La dimisión del ministro neerlandés de Asuntos Exteriores, Caspar Veldkamp, después de que el Gobierno bloqueara su propuesta de adoptar sanciones contra Israel, ha sacudido este viernes la escena política en Países Bajos. Tras el anuncio de Veldkamp, miembro del partido Nuevo Contrato Social (NSC), han presentado su renuncia los tres ministros ―de Interior, Sanidad y Educación― y cuatro secretarios de Estado de su misma formación.
La situación es inédita y compleja y muestra las desavenencias internas en torno a Israel. El Ejecutivo está en funciones, y en minoría, desde el pasado junio cuando el líder ultra, Geert Wilders, retiró a su Partido por la Libertad (PVV) de la coalición original compuesta por cuatro grupos de derecha que encabezaba. Los tres restantes siguen adelante hasta las próximas elecciones, previstas para el 29 de octubre, pero el trío se ha roto.
Mientras ha estado al frente de Exteriores, Veldkamp ha ido modificando su postura hacia Israel. Tomó posesión en julio de 2024, y después de optar por la diplomacia, cuando el Gobierno israelí rompió unilateralmente el alto el fuego en marzo de este año, reanudando los bombardeos, convocó por primera vez al embajador. Después pidió una investigación de la UE sobre los crímenes israelíes en Gaza, y solo a finales del mes pasado propuso sanciones.
Veldkamp, que es diplomático y ha sido embajador en Tel Aviv, lleva semanas intentando endurecer la postura oficial de Países Bajos hacia Israel. Al principio de la guerra en Gaza, optó por el diálogo con el Estado hebreo. Ahora quería tomar nuevas medidas “en relación con lo que está sucediendo en la ciudad de Gaza y en Cisjordania”. Pero ha sido frenado en seco. La respuesta del resto del Gobierno, donde queda el Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD) y el Movimiento Campesino-Ciudadano (BBB), ha sido de bloqueo hacia sus propuestas, y él ha dicho que se sentía “demasiado limitado” para marcar el rumbo “que considero necesario”. Después, se ha marchado a casa para, según ha explicado, escribir su “carta de dimisión”.
A pesar de que el jueves Veldkamp ya percibió el rechazo del resto del Consejo de Ministros, presentó un plan para prohibir a escala neerlandesa el comercio con los asentamientos ilegales israelíes en la Cisjordania ocupada. No obtuvo el apoyo necesario, y la oposición de izquierda le recriminó la falta de músculo y resultados. Ahora, le critican tanto desde el VVD como por parte del BBB, que han calificado de “irresponsable” debilitar aún más a un Gobierno en funciones.