El concejal César Escobar cuestiona la recomendación de despedir 3.000 funcionarios municipales. Considera que el problema principal es la corrupción.
El concejal municipal César Escobar rechazó las recomendaciones del interventor Carlos Pereira sobre la reducción masiva de funcionarios en la Municipalidad de Asunción. El edil cartista considera que el principal obstáculo para superar la crisis económica comunal no radica en la sobrepoblación laboral, sino en las prácticas corruptas arraigadas en las áreas de recaudación. Esta posición contrasta con el diagnóstico oficial que identificó al menos 3.000 empleos innecesarios de los 9.000 registrados en nómina.
La intervención municipal concluyó el viernes tras la renuncia de Óscar Rodríguez, dejando al descubierto irregularidades administrativas significativas. El interventor Pereira documentó el desvío ilegal de fondos destinados a obras de infraestructura hacia gastos corrientes, además de constatar que los salarios absorben aproximadamente el 70% de los ingresos comunales. Estos hallazgos respaldan la recomendación de reducir drásticamente la planta de personal para equilibrar las finanzas municipales.
La Junta Municipal se reunió para elegir al sucesor de Rodríguez, con Luis Bello como candidato consensuado entre el oficialismo cartista y la disidencia colorada. Bello, actual presidente de la Junta Municipal e intendente interino, cuenta con el respaldo de los concejales para completar el período 2021-2026. Esta designación busca proporcionar continuidad administrativa tras la crisis institucional que atraviesa la Comuna capitalina.
Escobar calificó la eventual elección de Bello como una bendición para la ciudad y el partido, argumentando que representa la opción más natural y menos traumática. El concejal considera que Bello puede continuar con los aspectos rescatables de la gestión anterior, minimizando el impacto de la transición. Esta perspectiva refleja la intención del sector cartista de mantener el control político municipal pese a los cuestionamientos sobre la administración saliente.
El diagnóstico del interventor reveló que la sobrepoblación funcionarial constituye uno de los principales problemas estructurales de la Municipalidad asuncena. Los salarios representan un porcentaje desproporcionado del presupuesto comunal, limitando recursos para inversión en infraestructura y servicios públicos. Sectores opositores atribuyen esta situación a un sistema prebendario que intercambia empleos públicos por apoyo político, perpetuando la ineficiencia administrativa.
Escobar discrepó con los números proporcionados por Pereira, sugiriendo que la cantidad de funcionarios no constituye el problema central de la Comuna. El concejal prioriza combatir la cultura corrupta que normaliza las cajas paralelas en las dependencias recaudadoras, considerando este enfoque más efectivo para mejorar las finanzas municipales. Esta posición implica mantener la mayoría del personal actual, contrariando las recomendaciones técnicas de la intervención.
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El edil admitió la necesidad de prescindir de algunas remuneraciones, pero evitó especificar números concretos de desvinculaciones. Se limitó a indicar que las reducciones serán significativas, sin comprometerse con la meta de 3.000 despidos sugerida por el interventor. Esta ambigüedad genera incertidumbre sobre las medidas reales que implementará la nueva administración para resolver la crisis fiscal.
Escobar se desmarcó de los antecedentes de corrupción de la administración anterior, presentándose junto a Bello como parte de una nueva generación política. El concejal prometió acciones concretas más allá de los discursos, buscando marcar una diferencia en el ejercicio del poder municipal. Sin embargo, su resistencia a implementar las recomendaciones técnicas de la intervención cuestiona la voluntad real de cambio estructural en la gestión comunal asuncena.
Fuente: ABC Color