Tyler Robinson, el principal sospechoso del asesinato del líder juvenil MAGA y estrecho aliado de Donald Trump Charlie Kirk, tomó prestado de la tira cómica del gato Garfield el avatar que usaba en la red social Discord, concretamente, la cara pasmada de su dueño, Jon Arbuckle. Al día siguiente de que Kirk muriera de un balazo en el cuello mientras participaba en una universidad de Utah en un debate al aire libre ante unas 3.000 personas, el sospechoso bromeó en el mismo foro sobre la identidad del asesino y la posibilidad de que este fuera un “doble” suyo.
Fue tras la difusión por parte del FBI en la mañana del jueves de las primeras fotos borrosas del sospechoso, vestido con gorra y gafas de sol, y a la pregunta de un usuario de Discord que participaba en un chat con Robinson y otra veintena de personas. “¿Dónde estás?“, le inquirió. Este respondió que su “doble” (empleó el término prestado del alemán “doppelganger”) le estaba “metiendo en problemas”. “¡¡¡Tyler ha matado a Charlie!!!“, intervino otro participante.
La existencia de ese chat la desveló este domingo The New York Times, que obtuvo la información de uno de sus integrantes, un viejo conocido del instituto de Robinson que habló anónimamente y que aseguró que hacía años que no veía al sospechoso en persona.
Robinson se entregó esa noche después de que su padre lo convenciera para hacerlo tras reconocerlo en la segunda tanda de imágenes hechas públicas por los investigadores. Hay aún muchos flecos sueltos sobre lo que pasó entre las 12.23 del miércoles, cuando murió Kirk, y las 22.00 del jueves, hora en la que los agentes del FBI que se desplazaron a St. George, pueblo a unos 400 kilómetros del lugar del crimen, arrestaron al sospechoso. Así que la información del Times sirve para arrojar algo de luz sobre esas 33 horas que tardaron las autoridades en dar con él tras una exitosa huida del campus.
Pero la noticia no ofrece ninguna pista concluyente de la motivación de Robinson. Hay aún muchos cabos sueltos en la investigación de un asesinato que ha evidenciado la fractura ideológica que divide a Estados Unidos y que ha resucitado los peores fantasmas de su larga historia de violencia política. Sí se sabe que proviene de una familia mormona de votantes republicanos amantes de las armas, y que las autoridades han concluido que atravesó un proceso de “politización” que lo alejó del entorno conservador en el que creció.
“Ideología izquierdista”
El gobernador republicano de Utah, Spencer Cox, que se ha erigido en la cara de las autoridades en este caso ante la opinión pública, concedió este domingo por la mañana una entrevista a la cadena televisiva ABC News en la que afirmó que el sospechoso “ha confesado” el crimen, pero “no está colaborando con las autoridades”. “Todos en su entorno sí están cooperando, y creo que eso es muy importante”, concluyó. En otra entrevista en NBC, añadió que tenía “ideología claramente izquierdista”. “Sus amigos han confirmado que frecuentaba una especie de internet profundo y oscuro, la cultura de [la red social] Reddit y otros lugares tenebrosos de internet donde esta persona se metía a fondo”, añadió.
El retrato que ha emergido estos días en los medios estadounidenses que han hablado con quienes conocían a Robinson lo pinta como alguien inteligente y reservado, un buen estudiante con una pasión por encima del resto: los videojuegos. Junto al arma que presuntamente empleó para asesinar a Kirk —personaje clave en el buen resultado electoral del presidente Trump entre los votantes jóvenes—, los agentes encontraron cartuchos con inscripciones antifascistas inspiradas en el mundo gamer.
El gobernador de Utah corroboró asimismo la información de que el sospechoso vivía con una persona trans, que adelantó el sábado la cadena conservadora Fox News, citando fuentes anónimas del FBI. “Podemos confirmar que su compañero de piso era un novio [sic] que estaba en transición de hombre a mujer. Esa es información que el FBI dio ayer [a los medios que la publicaron]”.
Cox agregó que esa persona está “cooperando con las autoridades” y que “está siendo de gran ayuda”. El gobernador dijo en NBC que esa persona “no tenía ni idea; estaba en shock cuando se enteró [de la presunta implicación de Robinson]”.

En el momento en el que recibió el balazo, Kirk, defensor acérrimo del derecho a portar armas, acababa de responder a la siguiente pregunta. “¿Sabe cuántos estadounidenses trans han sido autores de tiroteos masivos en los últimos 10 años?“, le preguntó el espectador. Kirk contestó: “Demasiados”. Su interlocutor le explicó que solo cinco, y entonces le preguntó: “¿Sabes cuántos tiroteos masivos ha habido en total en el país en la última década?“. “¿Contando o no la violencia de bandas delictivas?“, respondió el activista MAGA, antes de recibir el disparo que acabó con su vida a los 31 años.
La pregunta puede encuadrarse en el marco de la guerra ideológica que hay en Estados Unidos en torno a los derechos del colectivo trans, que se están viendo recortados desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. También, en un contexto de actualidad. El pasado 28 de agosto, en un tiroteo de una iglesia de una escuela católica del Minneapolis, murieron dos niños a manos de Robin Westman, que se había cambiado a los 17 años su nombre, Robert, porque “se identificaba como mujer y quería que su nombre reflejara esa identificación”, según documentos judiciales.
En las horas que siguieron al asesinato, las redes sociales se llenaron de bulos que afirmaban que su autor era una persona trans, e incluso llegaron a darse nombres de falsos culpables.
Cox también reaccionó a la información del Times en su ronda de entrevistas dominicales, que completó una aparición en la CNN. “Lo único que podemos confirmar es que esas conversaciones sí ocurrieron, y [que el resto de usuarios del chat] no creyeron que fuera él [el asesino]. Eran bromas hasta que admitió que sí era él”, dijo.
Esas bromas, según el Times, incluyeron un mensaje en el que el sospechoso decía que no le importaba que otro de los participantes lo delatara, siempre que le diera “una parte” de la recompensa de 100.000 dólares ofrecida por el FBI. Al rato, Robinson escribió: “En realidad soy Charlie Kirk. Quería alejarme de la política, así que fingí mi muerte. Ahora puedo vivir la vida de mis sueños en Kansas”.
Robinson permanece detenido sin posibilidad de fianza en la cárcel del condado de Utah, en la localidad de Spanish Fork. Su primera cita con el juez será este martes. No ha trascendido aún si ya cuenta con un abogado que lo vaya a defender. Tanto Cox como Trump han prometido que tratarán de que se le aplique la pena de muerte, legal en Utah y en otros 26 Estados de la Unión.