Informes de la SIU basados en chats del diputado Lalo Gomes y su hijo Alexandre Rodrigues Gomes exponen una red de influencia judicial y nexos con el crimen organizado, narcotráfico y posibles sicariatos.
Las investigaciones sobre el clan Gomes, encabezado por el fallecido diputado cartista Eulalio “Lalo” Gomes y su hijo Alexandre Rodrigues Gomes, exponen una estructura criminal que operó en la política, la justicia y el narcotráfico. Dos informes elaborados por la Unidad de Inteligencia Sensible Antinarcóticos (SIU) y la Europol revelan una red con capacidad de infiltración institucional, vínculos con grupos delictivos regionales y maniobras para asegurar impunidad.
Uno de los ejes de la investigación es Lizany Solís Gómez, sobrina de Lalo y funcionaria de la Cámara de Diputados. El informe de la SIU, de más de 330 páginas, detalla al menos ocho hechos en los que la mujer habría intervenido para influir sobre fiscales y jueces. Según los chats extraídos del teléfono de Lalo Gomes, Solís actuaba como intermediaria entre el clan y operadores judiciales, coordinando acciones para obstruir investigaciones y filtrar información confidencial.
Entre los nombres mencionados figura el del exfiscal adjunto antidrogas y actual ministro de Inteligencia, Marco Alcaraz, a quien el informe señala en varias conversaciones con Lalo y Solís. En una de ellas, Solís habría solicitado interceder ante Alcaraz por un caso vinculado al presunto sicario Kadu Cezar Machado, detenido en 2019. En ese tiempo, Solís era asistente del fiscal antinarcóticos Marcos Amarilla, cargo que le permitió gestionar beneficios judiciales para miembros del clan.
La documentación de la SIU también relaciona a Solís Gómez con gestiones ante fiscales como Lorenzo Lezcano y jueces como Juan Martín Areco, además de su traslado como asistente en la Unidad de Lucha contra el Narcotráfico de Asunción, por intermediación de Lalo Gomes. En los mensajes, aparecen incluso menciones a figuras como Ronaldo Mendes Nunes y Claudia Cuevas, acusados en casos de estafa y lavado de dinero.
Paralelamente, los mensajes encriptados del sistema SKY ECC, recuperados por Europol, exponen la participación directa de Alexandre Rodrigues Gomes en operaciones de narcotráfico, lavado de dinero y violencia. En uno de los intercambios, fechado en octubre de 2020, Alexandre conversa sobre un asesinato en la frontera, coincidente con el hallazgo del cuerpo de Pablo Andrés Benítez Pérez en Ponta Porã.
Leé también: Hijo de Lalo Gomes prometió liberar zona por matar a dos del EPP
Los reportes también revelan su interés en unir fuerzas con el Primer Comando da Capital (PCC) y otras organizaciones criminales. En noviembre de 2020, Alexandre instaba a sus contactos a “no dividirse” y proponía reuniones con miembros como Giovanni Barbosa da Silva, alias Bonitão, y Marcio Ariel Sánchez, alias Aguacate, jefe de sicarios del PCC. En otro intercambio, menciona un almuerzo con Carlos Rubén Sánchez, alias Chicharõ, asesinado en 2021, con quien planeaba una reunión de coordinación criminal.
Los mensajes también contienen referencias al asesinado fiscal Marcelo Pecci, al Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) y a conversaciones mantenidas “a través de Cachorrão”, jefe del grupo brasileño liderado por Waldemar Pereira Rivas. En julio de 2020, Alexandre afirmó haber hablado con el “jefe del EPP”, y semanas después, aludió a la intención de “eliminar” a dos miembros de la guerrilla.
El informe de la SIU incluye además vínculos del clan Gomes con figuras ligadas al lavado de dinero y contrabando de cigarrillos, como Luiz Henrique Boscatto y Darío Messer, el “hermano del alma” del expresidente Horacio Cartes. Según la declaración de Myra Athayde, pareja de Messer, Alexandre habría actuado como piloto en su traslado clandestino de Paraguay a Brasil. También se menciona a Diego Benítez, Atiliano Arteta Aponte y Luis Carlos da Rocha, alias Cabeza Branca, todos investigados por tráfico internacional de drogas.
Unite a nuestro canal de Whatsapp
El expresidente Mario Abdo Benítez negó cualquier vínculo con Lalo y Alexandre Gomes, luego de que los informes incluyeran una supuesta conversación donde el exmandatario habría pedido apoyo para combatir al EPP. Abdo rechazó la versión y afirmó que su gobierno mantuvo una política firme contra el grupo insurgente y el narcotráfico.
El caso del clan Gomes ilustra la convergencia entre el poder político, la corrupción judicial y el crimen organizado en Paraguay. Las revelaciones de la SIU y Europol confirman la existencia de una red que no solo traficaba drogas, sino que también infiltraba instituciones y tejía alianzas con grupos criminales regionales, comprometiendo la integridad del sistema de justicia.
Fuente: ABC Color