Estados Unidos lanzó la operación “Lanza del Sur” contra el narcoterrorismo y quiere a Paraguay como aliado clave. Mientras tanto, senadores cartistas que defienden al senador Erico Galeano, imputado por nexos con el crimen organizado viajan a Washington por invitación del embajador Gustavo Leite.



Estados Unidos puso en marcha la operación “Lanza del Sur”, una ofensiva militar contra el narcoterrorismo en América Latina que, de paso, encuentra a Paraguay con una delegación de senadores cartistas de gira por Washington, situación que ayuda a observar con detenimiento la diferencia entre lo que se dice y lo que se hace.

La Casa Blanca busca sumar al presidente Santiago Peña como aliado activo en este nuevo capítulo regional, mientras el senador oficialista de Honor Colorado, Erico Galeano, está imputado y es investigado por el Ministerio Público por supuestamente brindar apoyo logístico al crimen organizado, incluido el uruguayo Sebastián Marset —buscado por la DEA—, Miguel Ángel “Tío Rico” Insfrán y otros.

El anuncio de “Lanza del Sur” fue realizado por el secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, a través de un mensaje en la red social X. Hegseth explicó que el presidente Donald Trump ordenó reforzar la campaña, que ya acumula una veintena de ataques contra supuestas narcolanchas en el mar Caribe. La operación se presenta como una respuesta directa al avance del narcotráfico y sus redes transnacionales.

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En este tablero, Paraguay aparece como un socio clave para Washington. La Casa Blanca espera que Peña se sume formalmente a la operación, aprovechando que el país ya catalogó como organización terrorista al “Cartel de los Soles”. Este grupo narco es vinculado por Estados Unidos al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, lo que ubica a Asunción alineada con la narrativa de presión sobre Caracas.

El canciller Rubén Ramírez Lezcano ya había adelantado esa sintonía a principios de septiembre, cuando defendió el despliegue naval estadounidense en el Caribe. Señaló que el objetivo es que Maduro se retire y permita un proceso de democratización, insistiendo en que el problema venezolano afecta a toda la región y no solo a Estados Unidos. Ese discurso encaja con la lógica de “Lanza del Sur” y la búsqueda de aliados en la zona.

El lanzamiento de la operación coincide con la visita de una delegación de senadores oficialistas a Estados Unidos. La agenda contemplaba una jornada de trabajo ayer viernes con el subsecretario de Estado para América Latina, Christopher Landau. Se trata del hijo del exembajador George Landau, quien representó a Washington en Asunción durante la dictadura de Alfredo Stroessner, un detalle que recuerda viejos vínculos diplomáticos.

La delegación cartista presenta este encuentro como un “nuevo capítulo” para el senador Bachi Núñez y su grupo. Sin embargo, se trata de los mismos aliados políticos que defienden con firmeza a Erico Galeano. El Ministerio Público lo investiga por presuntamente brindar logística al crimen organizado, incluyendo a Sebastián Marset, “Tío Rico” y una red de narcotráfico y lavado de dinero transnacional.

Mientras se habla de cooperación contra el narcoterrorismo, el contraste con el caso Galeano no pasa desapercibido. Por un lado, se promueve una alianza estratégica con Washington en nombre de la seguridad regional. Por otro, se sostiene políticamente a un senador implicado en causas vinculadas al crimen organizado, según las investigaciones fiscales.

La colaboración en materia de seguridad entre Paraguay y Estados Unidos no es nueva. El canciller Ramírez Lezcano se reunió recientemente con el encargado de Negocios de la embajada estadounidense, Robert Alter. En la Cancillería, ambos coincidieron en la necesidad de intensificar la lucha contra el crimen organizado transnacional y revisar proyectos de cooperación en distintas áreas.

Este acercamiento con Washington se complementa con la coordinación establecida con Brasil. El ministro del Interior, Enrique Riera, y su par brasileño, Ricardo Lewandowski, firmaron un acuerdo para instalar el Comando Bipartito en la zona de Salto del Guairá/Canindeyú (Paraguay) y Guaíra/Paraná (Brasil).

Así, Paraguay se posiciona como socio dispuesto en la narrativa internacional contra el narcoterrorismo, mientras en el frente interno la política sigue obligada a responder por los nombres propios que aparecen en las causas penales.

Fuente: LPO/Judiciales.net/ABC Color


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