Los equipos de rescate en el oeste de Indonesia, país con más de 283 millones de habitantes, luchaban este lunes por despejar carreteras cortadas por corrimientos de tierra e inundaciones provocados por un ciclón, mientras la mejora del tiempo dejaba ver mejor la magnitud de un desastre cuyas víctimas superan ya el millar de muertos en el sudeste asiático.

Indonesia, Malasia y Tailandia sufrieron una devastación a gran escala después de que una inusual tormenta tropical se formara en el estrecho de Malaca y desatara durante una semana lluvias torrenciales y rachas de viento que complicaron los esfuerzos por alcanzar a las personas atrapadas por los deslizamientos de barro y las crecidas. En Sri Lanka, el ciclón Ditwah, con fuertes vientos y lluvias intensas, provocó las peores inundaciones en una década cuando golpeó el país el viernes pasado y desencadenó corrimientos de tierra en la zona montañosa del centro.

Al menos 176 personas han muerto en Tailandia y otras tres en Malasia, mientras que el balance de fallecidos en Indonesia ascendió el lunes a 604, con 464 desaparecidos, informa Efe. En Sri Lanka el número de muertos subía a 366, con 367 desaparecidos, según la misma agencia.

En Indonesia, más de 28.000 viviendas dañadas

Bajo un sol radiante y un cielo azul despejado en la localidad de Palembayan, en la provincia indonesia de Sumatra Occidental, centenares de personas retiraban barro, árboles y restos de las carreteras, mientras algunos vecinos trataban de rescatar documentos, motocicletas y otros objetos de valor de sus viviendas dañadas.

Los operarios revisaban montones de postes retorcidos, bloques de hormigón y chapas metálicas, mientras camionetas repletas de gente recorrían la zona en busca de familiares desaparecidos y repartían agua a personas que avanzaban entre el barro hasta la rodilla.

Los esfuerzos de recuperación del Gobierno incluyen la restauración de carreteras, puentes y servicios de telecomunicaciones. Más de 28.000 viviendas han resultado dañadas en Indonesia y 1,4 millones de personas se han visto afectadas, según la agencia de gestión de desastres.

El presidente indonesio, Prabowo Subianto, ha visitado este lunes las tres provincias golpeadas por las lluvias y ha elogiado a los habitantes por su espíritu. “Enfrentamos este desastre con resiliencia y solidaridad. Nuestra nación es fuerte en este momento, capaz de superar esto”, ha afirmado.

La devastación llega tras meses de meteorología adversa y mortal en el sudeste asiático, incluidos tifones que han azotado Filipinas y Vietnam, y han causado inundaciones frecuentes y prolongadas en otros lugares. Los científicos han advertido de que los fenómenos meteorológicos extremos serán cada vez más frecuentes como consecuencia del calentamiento global.

En Tailandia, tres millones de afectados

En Tailandia, el balance de muertos aumentó ligeramente hasta 176 el lunes (frente a los 162 registrados el domingo) a causa de las inundaciones en ocho provincias del sur, que afectaron a unos tres millones de personas y provocaron una gran movilización del ejército para evacuar a pacientes críticos de los hospitales y llegar hasta personas aisladas durante días.

En la provincia más golpeada, Songkhla, donde murieron 138 personas, el Gobierno informó de que el 85% del servicio de agua ya había sido restablecido y que estaría plenamente operativo el miércoles.

Gran parte del esfuerzo de recuperación en Tailandia se centra en la ciudad más dañada, Hat Yai, un municipio comercial del sur que el 21 de noviembre recibió 335 milímetros de lluvia —su registro diario más alto en 300 años—, seguidos de días de precipitaciones incesantes.

El primer ministro de este país de 71,6 millones de habitantes, Anutin Charnvirakul, ha fijado un plazo de siete días para que los residentes puedan regresar a sus hogares, según indicó el lunes un portavoz del Gobierno.

En la vecina Malasia, 11.600 personas seguían en centros de evacuación, de acuerdo con la agencia nacional de desastres, que ha señalado que se mantiene la alerta ante una segunda y tercera oleada de inundaciones.

Las escuelas de Sri Lanka, aún cerradas

Los equipos de rescate en Sri Lanka se apresuraban este lunes a despejar carreteras y entregar ayuda a más de medio millón de personas afectadas por un ciclón la semana pasada, mientras el número de muertos subía a 366, con 367 desaparecidos, según Efe.

Las funcionarios han infirmado de que los servicios de tren y los vuelos se reanudaron tras las interrupciones de la semana pasada, aunque las escuelas permanecen cerradas.

En un comunicado, las autoridades meteorológicas han afirmado: “Es muy probable que [la tormenta] se desplace hacia el norte, alejándose de la isla, y se debilite aún más”.

Es la primera vez que todo el país, de 23 millones de habitantes, se ve afectado por un desastre natural de tal magnitud, declaró el domingo el presidente Anura Kumara Dissanayake, quien lo calificó como el “más grande y desafiante” en la historia de Sri Lanka.

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