El Parlamento alemán ha aprobado este viernes el proyecto de ley presentado por el Gobierno del canciller Friedrich Merz, formado entre conservadores y socialdemócratas, para crear un nuevo servicio militar voluntario en el país. Miles de jóvenes se han manifestado en numerosas ciudades para mostrar su repulsa.
Con esa medida, Alemania —que suspendió el servicio militar obligatorio en 2011 y ha tenido desde entonces un ejército enteramente profesional— quiere ir aumentando sus tropas progresivamente hasta alcanzar los 460.000 soldados en 2035, incluidos los reservistas. Todo en un contexto de tensión geopolítica mundial y la amenaza creciente de Rusia en el flanco este de Europa.
Con 323 votos a favor, 272 en contra (los de Los Verdes, la Izquierda y el partido ultra AfD, por diferentes motivos) y una abstención, la nueva ley ha pasado el trámite parlamentario y entrará en vigor el próximo año. En ese momento se creará un registro militar: a partir de 2026, por tanto, todos los hombres y mujeres de 18 años —casi 700.000 personas— recibirán un cuestionario en el que se les pedirá sus datos personales y se les preguntará si estarían dispuestos a hacer el servicio militar durante al menos seis meses.
Para los hombres, la respuesta al formulario es obligatoria, mientras que para las mujeres es voluntaria (ya que el anterior servicio militar, vigente hasta 2011, solo incluía a los hombres). Una vez cumplimentado el formulario, la opción de hacer o no la mili sí es voluntaria para todos.
Asimismo, todos los hombres nacidos a partir del 1 de enero de 2008 tendrán que someterse, obligatoriamente, a un examen médico a partir del 1 de julio de 2027. Hasta entonces este examen —en el que se determinarán las condiciones físicas, psíquicas e intelectuales de cada persona para un hipotético alistamiento futuro— será voluntario.
“Suecia, Letonia, Lituania, Croacia… La lista podría continuar. Todos estos países tienen una cosa en común: han reaccionado al cambio en la situación de amenaza y, recientemente, han emprendido el camino para reintroducir una forma de servicio militar. Francia, nuestro socio más cercano, también lo anunció hace unos días. También desde Italia hay noticias en la misma dirección”, señaló el ministro de Defensa alemán, el socialdemócrata Boris Pistorius, durante el debate parlamentario de la ley. Y remarcó que los países aliados le dicen “a menudo” que deben ser conscientes de que “Alemania se ha convertido desde hace tiempo en el marcapasos de la defensa de Europa”.
El ministro se mostró también a favor del intenso debate que ha habido al respecto y señaló que las manifestaciones convocadas este viernes en todo el país por organizaciones de estudiantes para mostrar su repulsa demuestran “que les interesa [el asunto], que se comprometen y que saben de qué se trata”. Al mismo tiempo, recalcó que sabe por “innumerables conversaciones en el país”, también con jóvenes, que muchos de ellos están dispuestos a “asumir responsabilidades”.
Pistorius insistió en que se trata de un servicio militar voluntario. “Nadie obliga a nada, salvo a rellenar un cuestionario que refleja los datos registrados y a pasar un examen médico que no hace daño a nadie”, dijo. Y añadió que lo que está claro que “este Estado no se protege solo”. “Eso lo tienen que hacer personas que estén dispuestas a defenderlo y no se queden de brazos cruzados esperando a que otros lo hagan”, subrayó.
El objetivo de la ley es aumentar el número de soldados del ejército alemán: pasar de los 182.000 actuales a 260.000 en 2035. Además, se necesitarán 200.000 reservistas más. Si no se cumplieran estas cifras, el Gobierno alemán podría optar entonces por convertir la mili en obligatoria —seleccionando a los jóvenes reclutas a través de un procedimiento aleatorio o un sorteo—, pero para eso tendría que aprobar un decreto específico y someterlo a votación en el Parlamento. Es decir, la ley aprobada este viernes no incluye un automatismo para convertir la mili en obligatoria en un futuro.
En todo caso, y para evitar llegar a ese punto de la obligatoriedad, el Gobierno pretende atraer a miles de jóvenes a la mili voluntaria con una remuneración mensual de al menos 2.600 euros brutos; los que se comprometan a cumplir al menos un año de servicio militar recibirán, además, una subvención para el permiso de conducir de automóvil o camión.
Durante el debate parlamentario, los conservadores han recordado que actualmente existe una “situación de amenaza para la seguridad” tanto en Alemania como en Europa surgida a raíz de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, que “amenaza la libertad y la paz en toda Europa”.
“El hecho de que tengamos unas Fuerzas Armadas operativas y capaces de defendernos es una contribución importante, significativa y decisiva a la política de seguridad. Esta ley es una buena noticia para Alemania, para Europa”, declaró Norbert Röttgen, de la Unión Cristianodemócrata (CDU). Y consideró que se trata de una “política de paz” como la que existió entre las grandes potencias durante la Guerra Fría (1945-1991), donde disponer de unas Fuerzas Armadas capaces de defender constituía la base de “la capacidad de disuasión alemana, europea y transatlántica”.
Mientras en el Bundestag se votaba el proyecto de ley “para la modernización del servicio militar”, miles de jóvenes de todo el país se sumaron a las huelgas estudiantiles y salieron a protestar a las calles de 89 ciudades para mostrar su repulsa. La convocatoria está organizada por la alianza “Huelga escolar contra el servicio militar obligatorio”.
Muchos jóvenes temen ser alistados contra su voluntad. “Primero es voluntario y luego vendrá la obligatoriedad. Necesitan un número determinado y, según las encuestas, no van a alcanzar la cifra que quieren”, señala Lars, un berlinés de 17 años que ha acudido a la manifestación convocada en el centro de Berlín. Reconoce que “da miedo” ver la actualidad, “sobre todo, ahora que están estallando guerras en todo el mundo”. “Si recibimos formación militar, probablemente seremos los primeros en ir al frente y nos utilizarán como carne de cañón”, teme por su parte Love, otro berlinés de 16 años, con pasaporte alemán y sueco. “El mundo ha evolucionado. No somos como hace 100 años. Nos hemos vuelto más democráticos, más pacíficos. Ya no tenemos que luchar como antes en el frente”, apunta.
Las pancartas muestran consignas como “Contra el servicio militar”, “Ningún servicio militar obligatorio para una generación a la que no han preguntado nunca”, “Hablar en lugar de luchar” o “Nuestro futuro es nuestro”. Desde un pequeño escenario, los organizadores han hecho un llamamiento a “aprender de la historia” y han afirmado que “el rearme crea más inseguridad”.
“Si me obligaran, probablemente ejercería mi derecho a la objeción de conciencia”, comenta Arthur, mientras en el escenario un grupo canta Bella Ciao. Para este joven de 16 años el servicio militar voluntario del que hablan ahora los políticos “no es viable” y pasará “muy rápidamente” a ser obligatorio. “En la escuela hemos hablado sobre el tema y la mayoría está en contra”, coincide Niels, de 18 años, que, de momento, no está “muy preocupado” por la posibilidad de una guerra. “Diría que no hay que ser alarmistas, pero bueno, de todos modos hay que manifestarse para que eso no ocurra”.