Jorge Bogarín se presenta como candidato no docente en la UNA, aunque sigue figurando como docente técnico y cobra salarios en más de una facultad.



Jorge Bogarín Alfonso, dirigente cartista y actual aspirante al Consejo Directivo de la Facultad de Derecho de la UNA por el estamento de egresados no docentes, figura como docente activo en distintas unidades académicas de la institución. Su candidatura se da en un contexto de cuestionamientos legales y éticos vinculados a su estatus administrativo.

Según datos del Ministerio de Economía y Finanzas, Bogarín percibió salarios como profesor asistente hasta mayo de 2025 en la Facultad de Derecho, cuando presentó su renuncia formal a dos cátedras. No obstante, mantiene vigente el cargo de “docente técnico I” desde julio de 2021, con un salario mensual superior a los G. 5.600.000, además de figurar como docente activo en la Facultad de Ciencias Económicas desde 2024.

El Estatuto de la Universidad Nacional de Asunción es claro en su artículo 10 al definir como docentes a quienes estén escalafonados y ejerzan la docencia. Asimismo, señala que los universitarios solo pueden figurar en un padrón electoral. Sin embargo, Bogarín intenta acceder a la representación de un estamento al que formalmente no pertenece.

La renuncia presentada en mayo parece haber tenido el objetivo de evitar que su nombre figure en el padrón docente al momento en que el Tribunal Electoral Independiente confeccionara los registros electorales para los comicios previstos en agosto. Esto, a fin de postularse por el sector de egresados no docentes, maniobra que vulnera el artículo 20 del reglamento electoral universitario.

Además, el candidato no habría cumplido con la obligación legal de presentar su Declaración Jurada de Cese de Cargo ante la Contraloría General de la República, tal como lo establece la Ley 7089/23 y la Resolución 1148/23. El plazo para dicha presentación es de 15 días hábiles desde el cese, lo cual, hasta la fecha, no se ha registrado públicamente.

Durante la campaña anticipada, Bogarín mantiene actividades proselitistas junto a referentes políticos, entre ellos el actual presidente del Consejo de la Magistratura, Gerardo Bobadilla. Su presencia en actos públicos refuerza su incidencia política dentro de la estructura universitaria.

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Cabe recordar que en su entorno político se encuentra su esposa, la jueza Karen González, quien también intentó postularse como representante docente en el Consejo Directivo. Su candidatura fue impugnada por contradecir el artículo 254 de la Constitución Nacional, que prohíbe a magistrados ejercer otros cargos públicos.

La figura de Bogarín arrastra, además, el señalamiento de “significativamente corrupto” por parte del gobierno de los Estados Unidos. Este antecedente internacional, sumado a los cuestionamientos sobre su estatus docente, vuelven controvertida su postulación como representante no docente en la UNA.

Fuente: ABC Color


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