La oposición prepara el pedido de pérdida de investidura contra la senadora Noelia Cabrera, señalada por tráfico de influencias y nepotismo en el Congreso.
La oposición en el Senado se encuentra en proceso de recolección de elementos probatorios para presentar un pedido de pérdida de investidura contra la senadora Noelia Cabrera, acusada de tráfico de influencias por la contratación de sus sobrinos como funcionarios del Congreso. Según las denuncias, ambos percibían salarios elevados sin cumplir tareas verificables.
La senadora liberal Celeste Amarilla informó que no existe un plazo inmediato para la presentación del libelo, ya que la prioridad es estructurar una acusación robusta. El objetivo es evitar cuestionamientos formales y asegurar que el caso sea tratado en el pleno con fundamentos jurídicos suficientes.
Como parte del proceso, se solicitó al área de Recursos Humanos del Congreso los legajos laborales de los funcionarios asignados a la oficina de Cabrera. Se pretende verificar el número real de personal, las funciones encomendadas y los registros de asistencia para sostener la acusación de uso indebido de influencia en contrataciones públicas.
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El caso se agrava con otro antecedente familiar. José Gaspar Cabrera Petters, hermano de la senadora, figura como beneficiario del programa Becal, tras haberse declarado de escasos recursos pese a percibir un salario superior a G. 17 millones mensuales como funcionario de Itaipú. La oposición alega que esta adjudicación constituye también una forma de tráfico de influencias.
Amarilla indicó que el pedido de pérdida de investidura se basará en el reglamento interno del Senado, que exige 30 votos afirmativos. Este fue el mismo criterio utilizado en casos anteriores, aunque no fue aplicado uniformemente, lo que genera controversia sobre el procedimiento a seguir.
En cuanto al respaldo político de la senadora, se perciben señales de fisura en el bloque de Honor Colorado. Inicialmente, algunos referentes se habrían mostrado favorables a desvincularse del caso, pero posteriormente se observó un intento de reposicionamiento a su favor, evidenciado en recientes actos públicos.
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La legisladora liberal considera necesario que el Senado se pronuncie ante hechos como estos, no solo por la gravedad de las acusaciones, sino también para establecer un precedente institucional frente a conductas que puedan vulnerar la ética parlamentaria.
Finalmente, Amarilla subrayó que más allá del resultado del eventual juicio político, es fundamental visibilizar las prácticas que afectan la confianza ciudadana y exponer el comportamiento de cada bancada ante posibles actos de corrupción.
Fuente: ABC Color