El delantero de Cerro Porteño, Luis “Totín” Amarilla, se refirió a la jugada más controversial del superclásico del fútbol paraguayo. La acción, que terminó en una infracción del volante de Olimpia, Rodrigo Pérez, pasó desapercibida para el juez principal, Juan Gabriel Benítez, pero no para el VAR, a cargo de Carlos Figueredo, que derivó en la sanción de la pena máxima.
El propio protagonista de la jugada dio su versión de la polémica acción: “Sí, la verdad que yo al jugador de Olimpia en ningún momento lo vi. Sentí el contacto y mi intención era controlar la pelota y pegarle, pero obviamente el contacto me desestabiliza. Para mí fue penal y no hay mucho que aclarar, porque el golpe fue por la espalda y sin intención de jugar la pelota. Entonces, para mí fue un penal bien cobrado”.
El momento de mayor tensión se produjo con este penal a favor del “Ciclón”. El VAR dictaminó que el volante franjeado Rodrigo Pérez embistió con el hombro por la espalda al atacante azulgrana. Esto llevó a la sanción de la pena máxima, que el argentino Federico Carrizo se encargó de convertir, marcando el descuento, que contribuyó para la posterior reacción para su equipo.
La decisión encendió la indignación en el banco del Olimpia tras consumarse la derrota. La dupla técnica franjeada, Ramón y Emiliano Díaz, no dudaron en expresar su desacuerdo en la conferencia de prensa posterior al partido. Sin embargo, sus quejas no se limitaron al encuentro. La dirigencia del “Decano”, a través de su vicepresidente Julio Jiménez, fue más allá y solicitó públicamente la destitución de Éber Aquino, director del Departamento de Árbitros; Pablo Silva, director del VAR; y Carlos Figueredo, quien estuvo como árbitro asistente de vídeo en el clásico.