Un 8 de agosto, Peña exigió la salida del embajador Ostfield por “pérdida de confianza” tras sanciones de EE.UU. a empresas vinculadas a Cartes.



El 8 de agosto de 2024 marcó un quiebre en la historia diplomática del país. Por primera vez, un presidente de la República solicitó abiertamente la salida de un embajador de los Estados Unidos. La decisión, anunciada por el canciller Rubén Ramírez Lezcano, respondía a un creciente malestar del gobierno de Santiago Peña tras nuevas sanciones de EE.UU. contra empresas vinculadas a Horacio Cartes, principal aliado político del mandatario.

El epicentro de la tensión fue la empresa Tabesa, sancionada por la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC), bajo el argumento de haber financiado actividades del expresidente Cartes, declarado como significativamente corrupto por el Departamento de Estado. La forma en que el entonces embajador estadounidense, Marc Ostfield, comunicó públicamente la medida, fue considerada por el gobierno como una «mediatización y politización» innecesaria.

“La pérdida de confianza es con una persona, no con un país”, justificó Ramírez Lezcano aquel día, junto a la entonces jefa de Gabinete, Lea Giménez. El gobierno cartista dejó en claro que no cuestionaba las herramientas legales del gobierno norteamericano, pero sí la forma en que el embajador las comunicó.

Pese a la presión oficial, Ostfield permaneció en el país hasta el 20 de enero de 2025. Fue finalmente reemplazado por Amir Masliyah. Antes de partir, lanzó una advertencia clara: cualquier persona o empresa que continúe financiando a Cartes podría enfrentar sanciones similares.

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La decisión de Peña fue inédita, incluso en comparación con gobiernos autoritarios del pasado como los de Higinio Morínigo o Alfredo Stroessner, que también enfrentaron roces con Washington, pero sin llegar a pedir la remoción de un embajador. Tampoco en tiempos democráticos se registró una medida similar, pese a tensiones en los gobiernos de Wasmosy o Lugo.

Meses después, en diciembre de 2024, Peña volvió a referirse al tema. En una entrevista televisiva, sostuvo que el accionar de Ostfield provocó un daño tremendo” a la relación bilateral y que desde el momento del pedido, evitó cualquier contacto con el diplomático. “La relación Estado a Estado continúa, pero no a través de él”, afirmó.

Fuente: ABC Color


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