El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha volcado este martes un jarro de agua fría sobre las expectativas en torno a las negociaciones de paz en Ucrania y el hipotético encuentro entre los presidentes de los dos países enfrentados, Vladímir Putin y Volodímir Zelenski. Por un lado, frente a las prisas de Estados Unidos para cerrar la cumbre en agosto, Lavrov ha enfatizado que preparar un encuentro “entre jefes de Estado” debe planificarse con sumo cuidado. Por otro, ha desechado una posible paz a cambio de territorio: “La Federación de Rusia nunca tuvo como objetivo apoderarse de Crimea, Donbás o Novorossiya [concepto histórico-administrativo ruso de las regiones orientales y meridionales de Ucrania en el imperio ruso], su principal tarea fue proteger al pueblo ruso”, ha declarado en una entrevista concedida al canal Rossiya 1. Sin embargo, ha señalado que “los cambios territoriales son a menudo componentes esenciales de la resolución de conflictos”.
Moscú trata de no perder el favor de Trump sin cerrar abiertamente ninguna puerta. “Rusia no rechaza ningún formato de negociación sobre Ucrania, ni bilateral ni trilateral”, ha agregado el responsable de Exteriores. Putin ha insinuado que Moscú podría ser escenario de una futura reunión con Zelenski, según ha informado el diario británico The Guardian, citando a la agencia AFP, que, a su vez, cita a dos fuentes cercanas a la llamada entre los líderes de EE UU y Rusia. Una de las fuentes aseguró que “Putin mencionó a Moscú” como posible sede, agregando que Zelenski dijo que “no”.
En Washington, un alto cargo de la Administración confirmaba a Reuters que Budapest es una de las posibles sedes que se estudian para la bilateral entre los dos enemigos, si se llega a celebrar. Según el alto cargo, que habló bajo la condición del anonimato, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, conversó el lunes con el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, con el que abordó las negociaciones para el posible ingreso de Ucrania en la Unión Europea. Ambos mandatarios también trataron la posibilidad de que la capital del país centroeuropeo acogiera la cumbre entre Putin y Zelenski. Es una posibilidad que resultaría incómoda para el ucranio, dada la afinidad de Orbán con el ruso. La Casa Blanca ya había estudiado la posibilidad de que Budapest pudiera recibir la reunión entre el líder ruso y Trump la semana pasada, aunque finalmente Washington y Moscú decidieron que esa reunión tuviera lugar en Anchorage, en Alaska, informa Macarena Vidal Liy.
Lavrov ha aprovechado la entrevista para calificar el ambiente de las conversaciones entre Putin y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, como “muy bueno”, por adoptar un “enfoque mucho más profundo para resolver esta crisis”. El responsable de Exteriores ruso ha reiterado que ese enfoque debe pasar por “eliminar las causas profundas” del conflicto, eufemismo con el que las autoridades rusas suelen incluir el acercamiento de la OTAN y de la Unión Europea a la antigua república soviética.
“Una de estas causas profundas es el problema de la seguridad de Rusia. Los compromisos que asumimos para evitar la expansión de la OTAN hacia el este se han incumplido sistemáticamente durante décadas”, ha insistido Lavrov. El ministro de Exteriores ruso ha aprovechado para criticar el papel de “los europeos”, quienes, en su opinión, “gritaban en cada esquina que debía haber un alto el fuego, tras el cual seguirían suministrando armas a Ucrania”. Zelenski ofreció a Trump en la reunión de la Casa Blanca comprar armamento estadounidense por valor de 90.000 millones de dólares (unos 77.000 millones de euros), un gasto que asumirían los europeos como parte de las garantías de seguridad con las que espera contar Kiev.
La Unión Europea ha insistido en su voluntad de participar de las negociaciones entre Moscú, Kiev y Washington. El lunes, tras la visita de Zelenski y siete mandatarios europeos a la Casa Blanca, el presidente francés, Emmanuel Macron, propuso que el próximo encuentro no sea trilateral, sino “cuatrilateral”, con la presencia de Europa. En una entrevista con la cadena francesa LCI, el mandatario sugirió que la reunión tenga lugar en “un país neutral”, como Suiza. El ministro de Exteriores suizo, Ignazio Cassis, respondió que su país “está preparado” para el encuentro y que ofrecería “inmunidad” a Putin, sobre quien pesa una orden de captura del Tribunal Penal Internacional.
Sobre la negativa de Zelenski a negociar la soberanía ucrania sobre el Donbás ante la prohibición constitucional de ceder territorios a Rusia, Lavrov ha señalado que “irónicamente” la Constitución ucrania “aún conserva la garantía de garantizar plenamente los derechos de los rusos y de otras minorías nacionales, a pesar de las leyes aprobadas que prohíben el idioma ruso”. “Si tanto le importa su Constitución, entonces empezaría por sus primeros artículos, donde se establece esta garantía”, ha afirmado Lavrov, al tiempo que se ha referido a que el respeto de “los plenos derechos de los rusos en Ucrania” es necesario para “hablar de acuerdos a largo plazo”.
“No es ninguna novedad que todo esto haya sido ocultado por varias figuras como Ursula Von der Leyen, Emmanuel Macron, Keir Starmer, Friedrich Merz y Olaf Scholz antes que él. Y Joe Biden, por supuesto, y su Administración. Fueron los líderes que ignoraron y tergiversaron todos los hechos que subyacen a las causas profundas de la crisis ucrania”, ha subrayado. El Kremlin ha asumido como propias las críticas de Trump a su antecesor demócrata. En el encuentro de Alaska, Putin afirmó ante las cámaras que si Trump hubiera sido presidente en 2022 no se habría producido la ofensiva.
“El presidente [Putin] lo ha reiterado en numerosas ocasiones. La clave es que estos formatos no se buscan para obtener cobertura mediática ni para las emisiones de televisión por la noche”, ha añadido Lavrov. El republicano anunció el lunes que está acelerando los preparativos para una reunión entre los presidentes de Rusia y Ucrania, a la que seguiría un encuentro con la presencia de Trump.
“Al término de la reunión llamé al presidente Putin y comencé los preparativos para una reunión, en un lugar por determinar, entre Putin y Zelenski. Tras esa reunión, tendremos una trilateral entre los dos presidentes y yo mismo”, aseguró este lunes Trump en su red social, Truth. Por su parte, el secretario de Estado de EE UU, Marco Rubio, ha anticipado en una entrevista en Fox News que ambas partes tendrán que “hacer concesiones” para alcanzar el fin de la guerra. “No es fácil, y quizá ni siquiera sea justo, pero es lo que se necesita para poner fin a una guerra. Y eso ha sido así en todas las guerras”, ha señalado.
Por otro lado, el Ministerio de Exteriores ruso ha recordado este lunes que su país se opone frontalmente al despliegue de cualquier tipo de tropas occidentales en Ucrania.