Egipto quiere reanudar en su territorio, a principios de la semana que viene, las negociaciones indirectas entre Israel y Hamás para intentar lograr una tregua en Gaza, según han informado este domingo Efe y el diario Israel Hayomo citando fuentes de seguridad egipcias. El nuevo impulso diplomático se produce tras la presión ejercida sobre el Gobierno israelí de Benjamín Netanyahu por parte de Estados Unidos y de los países mediadores árabes, Qatar y Egipto, y cuando crecen en suelo israelí las protestas ciudadanas —no obstante, todavía minoritarias— que piden un alto el fuego.
De confirmarse esa nueva ronda de contactos, esta implicaría el regreso del Gobierno israelí a la mesa de negociación después de que Netanyahu evitara pronunciarse sobre la propuesta de tregua que Hamás aceptó hace seis días.
La falta de un acuerdo favorece la continuación del bloqueo humanitario que Israel impone sobre la Franja, y que está llevando a la población a una situación insostenible. La ONU decretó el pasado viernes la hambruna en parte del enclave (la primera que se decreta fuera de África). El Ministerio de Sanidad gazatí ha informado este domingo de la muerte por inanición de otras ocho personas, que se suman a las ocho comunicadas el sábado y elevan a 289 el número de víctimas mortales de la hambruna desde el inicio de la ofensiva en octubre de 2023; la inmensa mayoría (224), en los últimos dos meses. El total de muertos por los ataques israelíes supera los 62.600, según las autoridades sanitarias de la Franja, cuyas cifras asume la ONU.
Israel mantiene activos, además, otros frentes regionales. El ejército israelí ha bombardeado este domingo Saná, la capital del Yemen controlada por los milicianos hutíes. La ofensiva, confirmada por Israel, ha golpeado centrales eléctricas y un almacén de combustible, según el ejército, y ha dejado al menos dos muertos y 35 heridos, según las autoridades hutíes.
Al mismo tiempo, Tom Barrack, enviado especial de la Casa Blanca, ha aterrizado en Israel y se ha reunido con Netanyahu para pedirle que frene los ataques contra Líbano y para buscar una desescalada en Siria, según ha adelantado el diario Axios. Israel mantiene ataques casi diarios sobre Líbano contra supuestas posiciones de la milicia libanesa Hezbolá, a pesar del alto el fuego firmado en noviembre.
Barrack estuvo en Beirut el lunes, donde reconoció la labor del Gobierno de Líbano. A primeros de agosto, el ejecutivo aprobó de manera oficial el objetivo de trabajar para que el Estado tenga el monopolio de las armas, lo que conlleva el desarme de Hezbolá. La milicia chií descarta entregar las armas mientras Israel mantenga sus bombardeos contra Líbano y persista en la ocupación de territorio nacional. Ante ese bloqueo, Barrack declaró que ahora le corresponde a Israel hacer un gesto que propicie el avance hacia el completo fin de las hostilidades.
Se espera que Barrack también discuta con los ministros israelíes la situación en Siria, donde Israel ha incrementado la ocupación militar desde la caída de Bashar al Asad en diciembre. Durante las últimas semanas, altos cargos de la nueva administración interina en Damasco mantienen contactos con el Gobierno de Netanyahu en un intento de frenar las hostilidades de Israel, que impide el despliegue de las fuerzas sirias en los territorios cercanos a los Altos del Golán sirios, que las autoridades israelíes ocupan desde 1967.
Protestas en Israel

Mientras, siguen las protestas en distintos puntos de Israel, minoritarias pero crecientes. Grupos de manifestantes israelíes se han concentrado en las primeras horas de este domingo ante las residencias de algunos ministros del Gobierno de Netanyahu, como Israel Katz, el titular de Defensa, que el viernes amenazó con destruir Ciudad de Gaza durante la nueva ofensiva que Israel prepara en el principal núcleo de población de la Franja. Las organizaciones humanitarias auguran una catástrofe si las tropas entran en esta ciudad donde sobreviven cerca de un millón de personas. Y las familias de los 50 rehenes israelíes que permanecen en manos de la milicia palestina Hamás temen que la operación acabe en la muerte de sus seres queridos.
El Foro de las Familias de los Cautivos y Desaparecidos ha convocado junto con otros grupos, para el próximo martes, una nueva jornada de huelga general; la primera, el 17 de agosto, fue secundada por miles de personas y reivindicada como la mayor protesta desde el inicio de la guerra.
La fuente egipcia citada por Efe indica que la Casa Blanca ha hecho posible el regreso de Israel a las negociaciones con la garantía de que el acuerdo al que se llegue suponga el fin de la guerra, no avances parciales como los que ha habido con anterioridad. El objetivo iría, por tanto, más allá de la tregua de 60 días que Hamás aceptó la semana pasada y que no se ha materializado por el silencio israelí.
El Gobierno de Netanyahu ha reiterado en las últimas semanas que solo acordaría una tregua que incluyera el desarme de Hamás y el surgimiento de una autoridad civil desvinculada de esa organización y de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
A pesar de ello, según el representante de seguridad egipcio citado por la agencia española, El Cairo tiene intención de impulsar el “retorno gradual” de la ANP, mientras que EE UU, Arabia Saudí y Jordania apuestan por “la creación de una fuerza multinacional” que mantenga el control sobre el terreno y supervise la acción humanitaria impulsada por “organizaciones internacionales”.