La detección de varios drones no identificados ha causado el caos aéreo en la noche del martes en Bélgica, donde los aeropuertos de Bruselas y Lieja se vieron obligados a suspender temporalmente sus operaciones hasta en dos ocasiones. También se denunciaron nuevos avistamientos cerca de al menos dos bases militares, un incidente reiterado en los últimos días que ha desatado la alarma de las autoridades del país.

Primero fue el aeropuerto de Bruselas, Zaventem, donde poco antes de las 20.00 se interrumpieron los aterrizajes y despegues después de que se detectara al menos un dron sobre su terreno (el medio HLN eleva la cifra a tres aparatos). Los aviones que no podían mantenerse a la espera en el aire fueron inicialmente derivados, entre otros, al aeropuerto de Lieja, pero este también reportaba poco después su cierre tras avistar otro dron.

Tras poco más de una hora de clausura, Bruselas volvió a abrir su espacio aéreo, que sin embargo cerró de nuevo poco antes de las 22.00, debido al avistamiento de un nuevo dron. Lieja hizo lo mismo poco después. El protocolo de seguridad decreta que, en este tipo de casos, se cierra el espacio aéreo de forma temporal. Pasada media hora, se realizan nuevas observaciones y, si no se detecta nada sospechoso, se retoma la circulación, recuerda la cadena Sudinfo. Mientras algunos aviones permanecieron en el aire, como se mostraba en Flightradar, otros fueron desviados a aeropuertos cercanos en países vecinos.

“Todo el espacio aéreo belga está cerrado”, llegó a decir el portavoz del aeródromo de Lieja a la cadena Rtbf poco antes de que se volviera a desactivar la primera alerta en ese aeródromo. Solo acercándose ya a la medianoche, los aeroupertos parecían volver a recuperar la actividad progresivamente.

Si se confirma que se trata de drones no identificados, se sumaría a una serie de incidentes los últimos días con aparatos similares que han puesto a las autoridades del país en máxima alerta. Ya el fin de semana, el ministro de Defensa, Theo Francken, confirmó que se investigaba la presencia de varios de estos aparatos sobrevolando bases aéreas militares del país, así como otros puntos estratégicos.

El caso más grave de los últimos días ha tenido como presunto objetivo la base aérea militar de Kleine-Brogel, en Limburgo, en el noreste del país, donde Bélgica guarda armas nucleares estadounidenses y, a partir de 2027, también albergará los nuevos aviones de combate F-35 que ha comprado a Estados Unidos. En total, sobre su espacio aéreo y alrededores fueron detectados varios drones en diversos incidentes nocturnos desde el viernes y hasta la tarde del domingo. Este martes, vecinos de la zona denunciaron haber vuelto a ver seis drones cerca de la base militar. Agentes de policía enviados a la zona lograron confirmar al menos dos de esos aparatos, según el diario Het Nieuwsblad.

Francken, que se encontraba en esos momentos en un plató de la televisión flamenca, abandonó rápidamente la cadena. Según el diario Le Soir, reveló que, además del nuevo avistamiento en Kleine-Brogel, también se habían detectado sendos drones en la base de Florennes, en la provincia de Namur.

El sábado, tras la segunda noche seguida de avistamientos en Kleine-Brogel, y pese a que por el momento no se ha identificado el origen de los aparatos, Francken apuntaba ya a una operación de espionaje.

“[Por] cómo operan exactamente, dónde sobrevuelan, qué investigan y cuánto dura un vuelo de este tipo: no se trata de accidentes”, dijo el responsable de Defensa, que espera que para finales de semana se apruebe un plan nacional de 50 millones de euros para un sistema de defensa contra drones.

El lunes, el jefe de la Defensa y de las fuerzas armadas belgas, Frederik Vansina, anunció que se ha dado orden de derribar cualquier dron desconocido que sobrevuele una base militar siempre que no ponga en riesgo a personas o bienes.

“Se ha dado la orden de derribarlos”, dijo durante una ceremonia para recibir un nuevo cazaminas en Zeebrugge, según la prensa belga. La única condición, indicó, es que no causen “daños colaterales”. Algo complicado, reconoció, debido a que suelen volar de noche y son aparatos pequeños.

La presencia de drones sospechosos ha causado parálisis temporal de varios aeropuertos europeos en las últimas semanas y meses. Antes del caso de Bruselas, también el aeropuerto alemán de Berlín-Brandenburgo tuvo que suspender la noche del viernes sus operaciones durante casi dos horas por la presencia de estos aparatos. En septiembre, drones sospechosos también obligaron al cierre temporal de los aeropuertos de Copenhague, Oslo y Aalborg, mientras que el de Múnich tuvo que suspender operaciones dos veces en 24 horas en octubre.

El aeródromo de Bruselas ya fue víctima en septiembre además de un ciberataque que también afectó a los de Berlín y Londres (Heathrow), causando fuertes trastornos.

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