La Cámara de Diputados una vez más tiene previsto analizar en sesión ordinaria el proyecto de ley de “protección de datos personales”, que de ratificarse la versión Cámara Baja, implicaría la muerte definitiva de las leyes de transparencia y acceso a información pública y el resguardo a sus nepobabies, viajes y otros excesos.
Como punto 17 del orden del día de la sesión ordinaria de la Cámara de Diputados convocada para las 9:00 de hoy, figura el proyecto de ley de “protección de datos personales en la República del Paraguay”, donde existe solo dos posibles desenlaces: La muerte definitiva de las leyes de transparencia y acceso datos públicos, o una versión Senado, apenas un poco menos lesiva al derecho ciudadano de acceder a datos sobre el manejo del dinero público.
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Esto debido a que sobre todo la ratificación de la versión Diputados implicaría un enorme retroceso a más de una década de la vigencia de leyes de transparencia pública, que permitieron entre otras cosas, conocer el casi centenar de “nepobabies” de políticos -principalmente legisladores- mamando del Estado, así como también otros sonados casos de corrupción pública.

Incluso les permitiría volver a ocultar los viajes que realizan a costa del contribuyentes, así como denegar información que ahora se publica de manera automática y obligatoria en todas las instituciones.
Diputados necesita de mayoría absoluta (41 votos) para ratificarse en su versión, y de no lograrlo, quedará sancionada la propuesta del Senado.
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En el caso de sí obtener los números para la ratificación, la Cámara Alta tendrá una última chance de imponerse, para lo cual también necesitará mayoría absoluta (23 votos en su caso).
Toda la responsabilidad recae sobre la mayoría cartista y sus satélites en Cámara Baja, que paradójicamente pueden convertirse en los asesinos de las leyes de la que tanto se jacta su líder, Horacio Cartes, ya que fue este quién las promulgó siendo presidente de la República en 2014.
La última alternativa -pero poco probable- es que el actual presidente de la República, Santiago Peña una vez que llegue a él, vete parcialmente la ley -puntualmente el cuestionado artículo 24-, aunque este Ejecutivo no se caracteriza precisamente por su afán de transparencia.
Menos luego de que gracias a estas leyes ahora en peligro de muerte gracias a su “aplanadora del bien común”, se haya conocido que Peña tenía acciones en Ueno Holding, cuyo entonces socios comerciales llamativamente eran beneficiados con grandes licitaciones estatales.
A raíz de esto, se vio obligado a desprenderse de su participación accionaria.
También Peña se encargo de defender los casos de “nepobabies” de sus aliados y apenas asumió, bastardeó la ley que castiga el conflicto de Intereses en el Estado.
Reiteradas dilaciones
El proyecto de ley de “protección de datos personales” viene siendo pateando para delante, evitando su tratamiento hace casi un mes en Cámara Baja.
En la sesión pasada, los cartistas dejaron sin quorum justo antes de llegar a ese punto del orden del día. Ahora, el que lo hayan puesto en el punto 17 podría suponer que no tienen mucho afán en su tratamiento, o bien, están esperando un momento de descuido para imponer su versión bastardeada.