El exdiputado Orlando Arévalo y su esposa concejal fueron escrachados por activista.



El exdiputado cartista Orlando Arévalo, quien se encuentra investigado por lavado de dinero, fue escrachado en un centro comercial de Asunción. El escrache también incluyó a su esposa, la concejal Carolina González. La abogada y activista María Esther Roa, conocida por su lucha contra la corrupción, fue quien protagonizó la acción.

La activista se acercó a la pareja mientras realizaban compras y procedió a grabar con su teléfono celular. Roa aprovechó la ocasión para recordar a las personas presentes la identidad y el historial de Arévalo.

La abogada manifestó: Orlando Arévalo, la inmisericorde justicia hace que cuando uno sale para relajarse se encuentre con personas que tienen en cuenta con la justicia. Roa consideró importante que la gente supiera quién es el exdiputado. Recordó que Arévalo fue presidente del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM).

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Además, la activista criticó la actuación de la Fiscalía. Señaló que la institución no tuvo el coraje de allanar la residencia de Arévalo. Esto impedía determinar si en el lugar se negociaba o no el blanqueo de jueces y fiscales. Según Roa, estas acciones socavan nuestra democracia republicana.

El exdiputado se encuentra en el centro de varias investigaciones judiciales. Entre ellas destacan el tráfico de influencias por chats filtrados que lo vinculan con decisiones judiciales y fiscales. Este escándalo llevó a su renuncia al JEM y a su expulsión de la Cámara de Diputados.

Asimismo, la Fiscalía investiga a Arévalo por enriquecimiento ilícito. Se busca determinar el origen de los fondos utilizados para construir y remodelar una lujosa mansión en Lambaré. El costo de esta propiedad ascendería a G. 2.400 millones. La Contraloría General de la República también está realizando un examen de correspondencia de sus bienes. La esposa de Arévalo, Carolina González, enfrenta denuncias por fraude en un examen de formación docente. Además, la pareja fue denunciada por estafa por la constructora encargada de la mansión.

Roa enfatizó que, si la justicia permanece en silencio, la ciudadanía no debe callar. Remarcó que la ciudadanía debe pasar la cuenta. Si la justicia se calla, que no se calle la gente, aseveró. Por lo tanto, llamó a hacer el esfuerzo para que estas acciones no sean en vano, buscando una justicia independiente. Finalmente, el investigado intentó ofrecer chocolates a la activista, pero ella rechazó el obsequio.

Fuente: ABC Color


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