El piloto Max Verstappen, del Red Bull Racing, ganó el domingo el GP de EE.UU. –19ª fecha de la F1–, en el Circuito de las Américas en Austin (Texas); en el que no solo completó un fin de semana de ensueño, sino que puso al rojo vivo el desenlace del campeonato de la máxima categoría del automovilismo a nivel mundial.
Verstappen, de 28 años, logró su sexagésima octava victoria en la F1 –la quinta del año y la cuarta en Austin– al ganar por delante del inglés Lando Norris (McLaren) y del monegasco Charles Leclerc (Ferrari) una prueba en la que el otro piloto de la escudería de Woking, el australiano Oscar Piastri, líder del certamen, acabó quinto. De paso, incendió el Mundial que llegará en llamas, el próximo fin de semana, a México.
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Piastri minimizó daños, avanzando un puesto en parrilla, pero ahora lidera con solo catorce puntos de ventaja sobre Norris (346 frente a 332) y con 40 respecto a Verstappen; que en solo dos jornadas le recortó 23 unidades al talentoso piloto de Melbourne.