PILAR. Durante la misa central por el día de la Virgen del Pilar, el obispo de Misiones y Ñeembucú, monseñor Osmar López, destacó la importancia de proteger el medio ambiente, los cultivos y los humedales del departamento, recordando el mensaje del Papa Francisco sobre el cuidado de la casa común.

En el marco de las celebraciones por el día de la Virgen Nuestra Señora del Pilar, patrona de la ciudad, el obispo de Misiones y Ñeembucú, monseñor Osmar López, presidió la misa central tras la tradicional procesión que recorrió las principales calles de Pilar.

Desde las 17:00 de este domingo, la imagen de la Virgen del Pilar fue acompañada por cientos de fieles y promeseros provenientes de distintos puntos del país y de la Argentina, entre ellos ciclistas y devotos que llegaron para rendir homenaje a la santa patrona.

Durante su homilía, monseñor Osmar López se basó en el pasaje bíblico de las bodas de Caná de Galilea (Juan 2, 1-11), donde Jesús realizó su primer milagro público a pedido de su madre, la Virgen María.

El prelado recordó que “Jesús nos dice: aquí está tu madre”, y resaltó el poder de la oración y del rosario como signo de fe en medio de las dificultades.

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“El rosario es símbolo de haber superado enfermedades, crisis, problemas familiares. Muchos, antes de entrar a un quirófano o enfrentar las batallas más duras de la vida, rezamos el rosario, porque ahí está presente la Madre. Su figura es una fortaleza demasiado grande”, expresó.

En un mensaje cargado de esperanza y compromiso, el obispo encomendó a la Virgen del Pilar “los sueños, anhelos y desafíos” de los pobladores del departamento.

Le confiamos nuestra ciudad de Pilar, nuestros campos, cultivos y humedales, todo lo que hace de este un hermoso departamento”, afirmó.

Cuidado del ambiente

El monseñor Osmar López subrayó la necesidad de que el desarrollo vaya de la mano con la preservación ambiental. “Si alguna vez se avanza más en infraestructura vial, Ñeembucú podría ser la Venecia del Paraguay. Pero esperamos que sus aguas se mantengan siempre limpias, que el progreso no signifique riquezas para pocos y pobreza para muchos, ni la muerte de nuestra biodiversidad. Como nos dice el Papa Francisco, debemos cuidar la casa común, ser guardianes del bien común, no esclavos de un capitalismo sin límites”, concluyó.

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