05 de noviembre de 2025 – 05:00

Hace 43 años, el 5 de noviembre de 1982. abrían por primera vez las 14 compuertas del vertedero de la central hidroeléctrica Itaipú, ya con la presencia del embalse o reservorio, la energía hidráulica indispensable para que el nuevo complejo tuviese la fuerza necesaria para comenzar a producir energía eléctrica.

La apertura de las compuertas, según voceros de la entidad paraguayo/brasileña, fue considerada como la ceremonia de la inauguración simbólica de la usina, porque hasta entonces acumulaba ya 50.000 horas de trabajo.

Accionaron los mecanismos de apertura de las 14 compuertas, los dictadores militares Alfredo Stroessner por nuestro país y Joao Bapitista de Figueiredo por Brasil.

Destacan las fuentes oficiales que el acto de la apertura contiene otro relevante contenido: la irrupción de Itaipú, por mucho tiempo el complejo con mayor capacidad del planeta, en el selecto mundo de las megahidroeléctricas.

Especificaron que el 5 de mayo de 1984, siete meses después, la presencia de la hidroeléctrica paraguayo/brasileña se manifestaba concretamente con la producción de sus primeros GWh (1 GWh = 1000 MWh), y la realización de la primera interconexión con el sistema eléctrico brasileño, agregan.

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Vertedero de la represa hidroeléctrica paraguayo-brasileña Itaipú.
Vertedero de la represa hidroeléctrica, sin agua

Emplazado en la margen paraguaya del río Paraná

El vertedero de la represa fue emplazado en la margen paraguaya del río Paraná y, apuntan las fuentes, que sus compuertas fueron completamente abiertas a finales de noviembre de ese año, en el momento en que el caudal del río alcanzaba los 20.000 metros cúbicos por segundo.

Añaden que a esas compuertas las mantuvieron abiertas hasta agosto de 1983, mes y año en que los caudales del Paraná-aguas arriba- habían disminuido a 15.000 metros cúbicos por segundo.

Según los detalles suministrados, desde el inicio de la operación relativa a las compuertas del aliviadero, en 1982 hasta finales de noviembre de 1986, sus tres canaletas estuvieron abiertas el 85% del tiempo.

En un suerte de resumen de contexto, reiteran que para la construcción de la central, con 195 metros de altura, equivalentes a un edificio de 62 pisos, debió desviarse el curso del río Paraná, removerse más de 60 millones de m3 de tierra y piedra y utilizarse 200.000 toneladas de acero.

 El solitario obrero que desplaza sobre el piso de una las canaletas de la represa hidroeléctrica muestra el tamaño de este componente del conjunto
El solitario obrero que desplaza sobre el piso de una las canaletas de la represa hidroeléctrica muestra el tamaño de este componente del conjunto

Verdades que el el gigantismo no de ocultar

Sin embargo, el innegable gigantismo no debe eclipsar ciertas verdades, por ejemplo, que la obra exigió la inundación del Salto del Guairá con sus siete caídas, el desplazamiento de varias comunidades indígenas de sus habitats y, que hasta la fecha, la República del Paraguay, socia por partes iguales del complejo, pudo aprovechar apneas el 10,04% de la energía que generó Itaipú de 1984.

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