Israel ha iniciado los “preparativos” para la aplicación del plan de paz de Donald Trump en Gaza, que empezará con la liberación por parte de Hamás de los 48 rehenes israelíes que siguen en sus manos, una liberación que el primer ministro israelí ha dicho espera que se produzca en los próximos siete días. En un discurso televisado, Benjamín Netanyahu ha asegurado también que Hamás se desarmará en una segunda fase de la aplicación de la propuesta de 20 puntos de Trump, que la milicia palestina aceptó a grandes rasgos el viernes por la noche y que el presidente de Estados Unidos consideró un sí —aunque admitió que quedan detalles por cerrar— y exhortó a Israel a “detener inmediatamente los bombardeos”. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Egipto ha anunciado este sábado que las negociaciones sobre el plan de Trump entre Israel y Hamás comenzarán en su territorio el lunes.

Horas antes, Trump había afirmado en su red social Truth que no toleraría “retrasos” y conminado a la milicia islamista a “actuar con rapidez”.

Un comunicado de la oficina del primer ministro israelí había asegurado por la mañana que tras la respuesta de Hamás, Israel “se estaba preparando para la aplicación inmediata de la primera fase del plan del presidente Trump para la liberación inmediata de todos los rehenes”. El texto de dos párrafos continúa: “Seguiremos colaborando plenamente con el presidente y su equipo para poner fin a la guerra de acuerdo con los principios establecidos por Israel, que son coherentes con la visión del presidente Trump”.

La radio militar israelí aseguraba casi al mismo tiempo que el Gobierno de Netanyahu había ordenado a las tropas limitar su actividad en la Franja a “operaciones defensivas”. Sin embargo, Israel no ha dejado de bombardear por completo del todo. Hay, de hecho, al menos 57 muertos, entre ellos numerosos niños, desde la medianoche del viernes, según la Defensa Civil de Gaza. Un solo ataque en el barrio de Tuffah, en Ciudad de Gaza, ha matado al menos a 17 personas.

El segundo grupo armado palestino, la Yihad Islámica, se ha sumado este sábado a la respuesta de Hamás al plan de Trump, lo que despeja el camino para la entrega de los últimos 48 rehenes, del total de 251 a los que Hamás secuestró en el ataque del 7 de octubre de 2023. De esos 48, solo 20 siguen con vida, y la Yihad Islámica tiene a algunos en su poder. En un comunicado, este grupo aclara que la reacción de Hamás “representa la postura” del conjunto de las “facciones de la resistencia palestina” y que ha sido fruto de consultas entre ellas.

Antes de que Egipto confirmara que las negociaciones arrancarán el lunes, el canal 12 de la televisión israelí había apuntado que comenzarían mañana mismo, domingo, en Egipto (uno de los tres mediadores, junto con Qatar y Estados Unidos), y que el enviado de Trump, Steve Witkoff, y el equipo negociador israelí estaban ya de camino de camino. Según la televisión saudí Al Hadath, una delegación de Hamás llegará esta noche a El Cairo.

Casi inmediatamente después del final de la festividad del sabbat-cuando los judíos religiosos apagan incluso sus teléfonos móviles- el ultraderechista ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, ha definido como un “grave error” que Netanyahu haya aceptado esa negociación y suspender la ofensiva en Ciudad de Gaza. Esa es “una receta infalible” para que “Hamás haga a Israel perder tiempo” y “se erosione cada vez más la posición israelí”.

El otro miembro destacado de la extrema derecha nacionalista en la coalición del Gobierno israelí, ha amenazado con que su partido, Otzma Yehudit (Poder Judío) saldrá del Gobierno si Hamás “sigue existiendo”, una vez que esos últimos rehenes en Gaza sean liberados.

También Trump ha vuelto a pronunciarse este sábado por la tarde sobre el plan de paz en un mensaje en Truth. “Agradezco que Israel haya suspendido temporalmente los bombardeos para dar una oportunidad a la liberación de los rehenes y a la aplicación acuerdo de paz”, dice el presidente, antes de advertir a Hamás de que “debe actuar con rapidez o, de lo contrario, todo habrá terminado”. Trump subraya que no tolerará “retrasos, como muchos creen que ocurrirá, ni ningún resultado en el que Gaza suponga una amenaza”.

“Resolvamos esto ya, RÁPIDO. ¡Todo el mundo será tratado de manera justa!”, promete el presidente estadounidense, informa Macarena Vidal Liy.

La propuesta de Trump para Gaza prevé la entrega inmediata, en un plazo de 72 horas, de los rehenes israelíes, el fin de los bombardeos y una retirada progresiva de las tropas de Israel, que mantendrían, no obstante, una presencia permanente en el perímetro del territorio. En la práctica, el reloj empezará a contar cuando lo decida el mandatario estadounidense. Tras un primer mensaje en su red social, Truth, optimista y bombástico (habla de lograr ”la largamente buscada PAZ en Oriente Próximo»), Trump admitió luego en un vídeo que aún hay que “plasmar definitivamente” los últimos detalles.

El asedio a Ciudad de Gaza

En la madrugada de este sábado, poco después de que el presidente de EE UU instara a detener los ataques, el Gobierno de Netanyahu ordenó a sus tropas “reducir su actividad” en el territorio y limitarla a “operaciones defensivas”, según la radio militar del país. Doron Kadosh, periodista de ese medio, ha explicado que, en la práctica, eso se traduce en que “la operación para conquistar Ciudad de Gaza está siendo, por el momento, detenida”.

A pesar de ello, el portavoz en árabe del ejército israelí, Avichay Adraee, ha advertido esta mañana a los gazatíes en un tuit de que la mitad norte de Gaza, donde se encuentra la asediada capital, “sigue considerándose una zona peligrosa”. Les insta también a dirigirse hacia el sur por la carretera costera Al Rashid. Las fuerzas del ejército israelí “continúan rodeando Ciudad de Gaza”, y regresar a ella “representa un peligro extremo”, advierte el portavoz militar. Según la Defensa Civil del territorio, 40 de los 57 muertos de esta jornada perecieron en ataques en la capital gazatí.

Khalil Abu Shammala, ex director en Gaza de la organización de derechos humanos Addameer, expresa un “cauto optimismo” desde Nuseirat, una localidad en el centro de la Franja en la que se refugió tras escapar también de la capital con su mujer y sus tres hijos.

“Estamos exhaustos y necesitamos sentir de nuevo que somos seres humanos”, explica este activista. “Tenemos la esperanza de poder volver a nuestra casa de Ciudad de Gaza a medida que se desarrollen los acontecimientos”, dice, antes de formular otro anhelo: el de que su casa en el barrio de Tel al Hawa siga “aún en pie”. Sobre la propuesta de Trump, resume: “La prioridad para la gente aquí es que se detenga este genocidio”.

Razan, el nombre falso de otra palestina que habla desde Deir Al Balah, también en el centro de la Franja, subraya que “aún no han perdido la esperanza” de que la vida de los gazatíes mejore. “Durante toda la noche”, asegura la mujer, “los bombardeos continuaron”, pero “a las nueve de la mañana” (una hora menos en horario peninsular español), sentimos que la situación estaba cambiando, que había calma, y las explosiones cesaron completamente».

“Negociar los detalles”

En su respuesta del viernes, Hamás aceptó la entrega de los rehenes, pero pidió “negociar los detalles” de esa operación y eludió expresamente entrar en cuestiones espinosas como la tutela internacional de la Franja; no obstante, Trump la dio inmediatamente por buena. En un mensaje en su red social, Truth, aclaró que el grupo palestino “está listo para una paz duradera” e instó a Israel a “detener de inmediato” los bombardeos en Gaza para “poder sacar a los rehenes de forma segura”.

Un Gobierno tecnocrático palestino administraría los asuntos corrientes de la Franja, pero bajo la supervisión de un organismo internacional, presidido por el propio Trump y en el que también participará el ex primer ministro británico Tony Blair. El documento —que solo recoge un plazo concreto, el de la liberación de los secuestrados— obliga también a la milicia palestina a entregar sus armas.

El presidente había impuesto en esa misma jornada a la milicia un ultimátum, que expiraba mañana domingo a las 18.00, hora de Washington (seis horas más en horario peninsular español), y amenazaba a la milicia con desatar “todo el infierno” sobre Gaza si rechazaba su propuesta. La respuesta de Hamás llegó finalmente en la noche del viernes.

Nuevas víctimas

Mientras, el goteo de víctimas continúa, según fuentes sanitarias palestinas. Un responsable del hospital Nasser ha informado a la cadena qatarí Al Jazeera de que el ataque de un dron israelí contra una tienda de desplazados ha matado a dos niños en la zona definida como “segura” por Israel de Al Mawasi, en el sur de Gaza. Otras cuatro personas han muerto en un bombardeo en una vivienda en Ciudad de Gaza y una más en un ataque aéreo en el centro de la Franja, según fuentes locales citadas por Reuters y la agencia palestina Wafa.

En total, al menos 20 personas han muerto en ataques israelíes desde la medianoche del viernes, es decir, después de que Trump instara a Israel a ponerles punto final, según las cifras aportadas por las autoridades sanitarias de la Franja.

En Israel, el foro que agrupa a las familias de los rehenes ha llamado a la población a sumarse masivamente a la manifestación de este sábado en Tel Aviv, que celebran cada semana al concluir la jornada sabática. “Es el momento, el lugar y la ocasión para demostrar que nada es más fuerte que la solidaridad israelí […] Detener la guerra de inmediato es esencial para evitar daños graves e irreversibles a los rehenes”, señala en un comunicado, en el que llama a Netanyahu a “iniciar de inmediato negociaciones eficaces y rápidas para traer de vuelta a todos” los secuestrados. En su comunicado de respuesta, Hamás condicionó la liberación de los cautivos a que se den “las condiciones para el proceso”, que en el documento son la “suspensión de todas las operaciones militares, incluidos los bombardeos aéreos y de artillería”.

“Estamos en días decisivos para un acuerdo; días que determinarán cuándo los rehenes vivos regresarán para su rehabilitación y los fallecidos para un entierro digno”, prosigue la nota. “Es el momento en el que todo Israel debe unirse y exigir con firmeza: hacer todo lo posible para que nuestros hermanos y hermanas regresen a casa. La plaza es donde todos podemos enviar un mensaje claro: ¡Traedlos a todos a casa y pongamos fin a la guerra!”.

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