04 de diciembre de 2025 – 18:52
El delantero de Cerro Porteño y máximo goleador de la temporada 2025, Juan Manuel Iturbe, expresó su admiración hacia todo lo que tuvo que padecer su compañero de ataque y cuñado, Sergio Araújo, quien disputará este sábado su último partido de la temporada ante General Caballero de Juan León Mallorquín antes de someterse a una cirugía en la rodilla derecha, que lo dejará fuera de las canchas durante todo el primer semestre.
Iturbe describió la gravedad de la lesión que Araújo estuvo soportando y el nivel de compromiso que demostró para seguir jugando con la camiseta azulgrana. “Lo de Sergio es realmente de admirar, él prácticamente tiene la rodilla rota, los ligamentos, los colaterales. Absolutamente todo y él se bancó. Yo le decía, ‘Sergio ya no puedes jugar más así, pará, ya está’ y él decía ‘no, no, yo tengo que estar el domingo. Yo tengo que estar, tengo que jugar. No sé cómo voy a jugar, pero voy a estar’. Muchas veces él se levantaba eso y se tomaba un antiinflamatorio, O sea, es digno de admirar lo que él hizo este semestre, porque otro jugador yo creo que no se bancaría a eso, ni jugando con una muleta o jugando con un vendaje que él realmente jugaba, jugaba con un vendaje muy bueno que es para los rugbista. Se lo hacía el fisioterapista Gerónimo Rago”.
El goleador azulgrana relató las serias consecuencias físicas que el jugador experimentaba tras cada partido debido al esfuerzo sobre la lesión: “Él le realizaba todo eso y con eso él aguantaba, pero igualmente. Después de los partidos, pobre, no podía caminar, no se podía ni sentar, ni estirar las piernas. Y como te digo, siempre hay que priorizar lo que es lo humano, la salud de cada uno y después obviamente lo profesional. Y yo te puedo decir que él dejó absolutamente todo, dejó muchísimas cosas que de por ahí un jugador normal no lo haría. Me lesioné, paro, me opero y chao, pero él no.”
Finalmente, el “Prócer” subrayó el riesgo profesional y contractual que Araújo asumió por amor al club, destacando su inigualable priorización de los colores por encima de su seguridad laboral: “Y aparte, además, ¿sabes qué es lo peor? Él tenía un contrato hasta diciembre, él podía haberse roto todo, no le renovaban el contrato y él se quedaba en la calle, pero él siempre priorizó jugar en Cerro”.