La derrota de la ANR en Ciudad del Este sacude al clan Zacarías y podría costarle el cargo al director paraguayo de Itaipú.
La contundente derrota del Partido Colorado en Ciudad del Este reconfigura el tablero político en Alto Paraná y podría tener repercusiones directas en la cúpula del Gobierno. Según fuentes partidarias, el actual director paraguayo de Itaipú, Justo Zacarías Irún, estaría en la mira para ser removido del cargo, tras la “paliza electoral” sufrida por el candidato oficialista Roberto González Vaesken, respaldado por el movimiento Honor Colorado.
El presidente Santiago Peña y el comando político liderado por Horacio Cartes habían apostado a González Vaesken para recuperar la intendencia esteña, pero el resultado fue adverso: Daniel Pereira Mujica (Yo Creo) obtuvo más del 60% de los votos, consolidando una nueva derrota colorada en la capital del Alto Paraná.
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La derrota golpea de lleno al clan Zacarías, que desde hace años busca retomar el control político de Ciudad del Este. La familia perdió la intendencia en 2019, cuando Sandra McLeod de Zacarías fue destituida por mal desempeño, y no logró recuperarla ni en 2021 ni en esta elección extraordinaria de 2024.
La derrota también sacude a otros miembros del clan. La diputada Rocío Abed de Zacarías, esposa de Justo, podría perder su liderazgo dentro de la bancada de Honor Colorado en Diputados, ante el ascenso de Miguel del Puerto. A su vez, el senador Javier Zacarías Irún, referente del grupo en la Cámara Alta, podría ver reducido su protagonismo político e incluso perder la presidencia de la Comisión de Asuntos Constitucionales.
Desde el entorno presidencial se manejan versiones de que Peña evalúa cambios en Itaipú, especialmente tras las críticas por presunto uso proselitista de recursos de la binacional durante la campaña electoral. En octubre, padres del Centro Regional de Educación de Ciudad del Este (CREECE) denunciaron la entrega de pupitres importados de origen chino, donados por Itaipú, en un acto encabezado por Justo Zacarías y su esposa.
La acción fue interpretada como un intento de captar votos a favor del candidato colorado, y generó el rechazo de la comunidad educativa, que se negó a entregar los muebles de madera comprados con fondos propios. Posteriormente, el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) dispuso el retiro de los nuevos pupitres por presuntas irregularidades en su adquisición.
Pese a los rumores, el presidente Peña intentó enfriar las tensiones dentro del oficialismo. “No hay que dramatizar. Fue una elección local, no nacional”, expresó el mandatario, aunque reconoció que el resultado obliga al Partido Colorado a “reflexionar y reorganizarse”.
Fuente: ABC Color