El líder norcoreano, Kim Jong-un, ha celebrado los 80 años del Partido de los Trabajadores, el organismo que controla y rige los designios de Corea del Norte, asegurando que nunca, en todos esos años, se ha equivocado: “No ha habido ningún error ni equivocación en las líneas de nuestro Partido durante los últimos 80 años, porque estas han reflejado las opiniones y las necesidades del pueblo”, señaló el jueves durante un discurso pronunciado en un evento celebrado en el Estadio Rungrado Primero de Mayo de Pyongyang, al que han asistido diferentes mandatarios internacionales de alto nivel.
La fundación del Partido, ha añadido Kim, fue “un acontecimiento político que marcó la aparición en la escena histórica de un nuevo tipo de partido revolucionario que verificaría la rectitud del socialismo y demostraría su singular superioridad y poderío”. Y ha alabado sus “hazañas históricas” a lo largo de ocho décadas, según ha recogido la agencia norcoreana KCNA.
La nota de la agencia solo menciona la presencia, en el evento del jueves, de líderes extranjeros. Los medios estatales han informado de que ya han aterrizado en Pyongyang el primer ministro chino, Li Qiang, el vicepresidente en el Consejo de Seguridad de Rusia, Dimitri Medvédev, y el secretario general del Partido Comunista de Vietnam, To Lam. Tanto el vietnamita como el chino han mantenido encuentros bilaterales con Kim, según la prensa estatal.
En el estadio se han celebrado juegos y actuaciones artísticas con Kim acompañado por invitados a los que la gran multitud reunida recibió con vítores “que sacudieron el cielo nocturno de la capital”, según KCNA. Pero los medios estatales, de momento, no han mencionado un desfile militar a gran escala con el que se esperaba que el país conmemorara el aniversario.
Los fastos llegan en un momento en el que Corea del Norte parece buscar de nuevo la apertura. A principios de septiembre, Kim asistió al gigantesco desfile militar que China celebró para conmemorar la rendición de Japón en la segunda guerra sino-japonesa (1937-1945) y el final de la II Guerra Mundial. En la capital china, gozó de una oportunidad diplomática única, al coincidir con más de 20 líderes invitados. Durante su estancia mostró sintonía con su homólogo chino, Xi Jinping, y el ruso, Vladímir Putin.
Además, recientemente aseguró que no cree que haya motivos para evitar las conversaciones con Estados Unidos, siempre que Washington deje de insistir en la desnuclearización de su país, asegurando que nunca abandonará su arsenal atómico para evitar las sanciones. El presidente estadounidense, Donald Trump, también ha mostrado disposición a retomar un eventual diálogo, como el que ya mantuvieron durante su primer mandato. “Personalmente, tengo buenos recuerdos del presidente estadounidense, Trump”, dijo Kim.
En el discurso del jueves ha incidido también en la carrera nuclear del país, que ha justificado como una estrategia del Partido para defender su ideología y sistema social ante el período convulso de los noventa. “Al entrar en el nuevo siglo, para hacer frente a las crecientes amenazas de guerra nuclear por parte de los imperialistas estadounidenses, tuvo que guiar al pueblo para dar un nuevo salto adelante en la construcción socialista, al tiempo que continuaba con la construcción económica y el fortalecimiento de las fuerzas nucleares”, ha señalado, antes de asegurar: “No ha habido ningún país en el mundo como el nuestro, que haya tenido que llevar a cabo tantas tareas, tan desafiantes y gigantescas, para la defensa y la construcción nacionales, incluso mientras se enfrentaba a la presión, la interferencia y las amenazas de agresión constantes y tenaces de fuerzas externas”.