La Policía australiana ha presentado este miércoles 59 cargos contra Naveed Akram, de 24 años, incluyendo 15 por asesinato y uno por terrorismo, por su presunta implicación en el atentado contra una celebración judía ocurrido el domingo en la playa de Bondi, en la ciudad de Sídney, informa Efe.

Entre las acusaciones figuran 15 cargos de asesinato, así como delitos de intento de homicidio; comisión de un acto terrorista; exhibición pública de un símbolo terrorista prohibido, y colocación de un explosivo en, o cerca, de un edificio, según señalaron las autoridades en un comunicado.

El Equipo Conjunto de Lucha contra el Terrorismo de Nueva Gales del Sur (JCTT, por sus siglas en inglés) informó de que el acusado fue detenido bajo custodia policial en el hospital, donde permanece internado con heridas críticas, tras salir ayer del coma, y deberá comparecer este miércoles ante el tribunal mediante videoconferencia.

El ataque, que se prolongó durante unos nueve minutos, causó 15 víctimas mortales de edades comprendidas entre los 10 y los 87 años, de las cuales 12 han sido identificadas oficialmente hasta el momento.

Durante el ataque, Sajid Akram, de 50 años, de origen indio y padre del acusado, murió tras ser abatido por la policía en el lugar de los hechos, al ser señalado como segundo hombre armado. La comisionada de la Policía Federal Australiana, Krissy Barrett, señaló que por ahora no existen indicios de la implicación de otras personas, aunque advirtió de que la investigación sigue en curso y los datos podrían variar conforme avancen las pesquisas.

Según las investigaciones preliminares, las autoridades creen que padre e hijo actuaron de manera independiente y que estuvieron influidos por ideología vinculada al Estado Islámico (ISIS, en sus siglas en inglés).

El padre y el hijo habían viajado en noviembre al sur de Filipinas, una región desde hace tiempo golpeada por la militancia islamista, informa Reuters.

Reforma de la ley sobre armas

Chris Minns, primer ministro del Estado australiano de Nueva Gales del Sur, donde se perpetró el ataque, ha anunciado este miércoles que convocará al Parlamento la próxima semana para aprobar una amplia reforma de las leyes sobre armas y protestas, días después del tiroteo masivo más mortífero del país en tres décadas.

Minns explicó en una rueda de prensa que el Parlamento se reunirá el 22 de diciembre para debatir reformas “urgentes”, entre ellas limitar el número de armas de fuego que puede poseer una sola persona y dificultar el acceso a determinados tipos de escopetas.

El Gobierno estatal también estudiará cambios legales para dificultar la celebración de grandes protestas callejeras tras atentados terroristas, con el objetivo de evitar nuevas tensiones. “Tenemos por delante una tarea monumental. Es enorme”, afirmó. “Es una gran responsabilidad unir a la comunidad. Creo que necesitamos un verano de calma y de unión, no de división”.

Funerales de las víctimas

Este miércoles se ha celebrado el funeral del rabino Eli Schlanger, rabino adjunto de la sinagoga Chabad Bondi y padre de cinco hijos. Era conocido por su labor en la comunidad judía de Sídney a través de Chabad, una organización global que promueve la identidad y la conexión judías. Schlanger visitaba prisiones y se reunía con judíos que viven en viviendas públicas de Sídney, explicó el lunes el líder judío Alex Ryvchin.

El primer ministro australiano, Anthony Albanese, se enfrenta a críticas por considerar que su Gobierno de centroizquierda no hizo lo suficiente para frenar el auge del antisemitismo en Australia durante los dos años de guerra entre Israel y Gaza.

“Trabajaremos con la comunidad judía; queremos erradicar y eliminar el antisemitismo de nuestra sociedad”, dijo Albanese a los periodistas. El Gobierno y los servicios de inteligencia también están bajo presión para explicar por qué Sajid Akram pudo adquirir legalmente los rifles de alta potencia y las escopetas utilizadas en el ataque. Naveed Akram, por su parte, fue investigado brevemente en 2019 por la agencia de inteligencia interior australiana por supuestos vínculos con el Estado Islámico, pero en ese momento no había pruebas de que representara una amenaza, según Albanese.

El héroe, operado

Albanese indicó que Ahmed al-Ahmed, de 43 años, el hombre que se abalanzó sobre uno de los atacantes para desarmarlo y que sufrió heridas de bala, debía ser operado este miércoles. El tío de Al-Ahmed, Mohammed al-Ahmed, desde Siria, explicó que su sobrino abandonó su ciudad natal en la provincia noroccidental siria de Idlib hace casi 20 años para buscar trabajo en Australia.

“Nos enteramos por las redes sociales. Llamé a su padre y me dijo que era Ahmed. Ahmed es un héroe, estamos orgullosos de él. Siria en general está orgullosa de él”, declaró su tío.

La familia del agente de policía Jack Hibbert, de 22 años, que recibió dos disparos el domingo y llevaba solo cuatro meses en el cuerpo, señaló en un comunicado que había perdido la visión de un ojo y afronta una “larga y difícil recuperación”.

“Ante un incidente violento y trágico, respondió con valentía, instinto y altruismo, y siguió protegiendo y ayudando a otros mientras estaba herido, hasta que físicamente ya no pudo hacerlo”, afirmó la familia.

El primer ministro de Nueva Gales del Sur, Minns, indicó que 23 personas seguían ingresadas en varios hospitales de Sídney.

Un superviviente del holocausto

Entre las otras víctimas del tiroteo había un superviviente del Holocausto, un matrimonio que se acercó primero a los atacantes antes de que comenzaran a disparar, y una niña de 10 años llamada Matilda, según las autoridades y medios de comunicación locales.

El padre de Matilda dijo en una vigilia celebrada el martes por la noche en Bondi que no quería que el legado de su hija fuera olvidado.

“Vinimos aquí desde Ucrania… y pensé que Matilda es el nombre más australiano que puede existir. Así que recuerden el nombre, recuérdenla”, recogieron los medios locales.

El miércoles, en Bondi, nadadores se reunieron en la playa más popular de Sídney y guardaron un minuto de silencio. Una fiesta de Nochevieja prevista en la playa fue cancelada por los organizadores.

“Esta semana ha sido obviamente muy intensa y, esta mañana, siento claramente que la comunidad se está uniendo, que todos están juntos”, ha comentado Archie Kalaf, un vecino de Bondi de 24 años. “Todo el mundo está de luto, todo el mundo lo está asimilando y procesando a su manera”.

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