El activista Mahmoud Khalil, estudiante palestino de la Universidad de Columbia al que el Gobierno de Estados Unidos trata de deportar, ha sido liberado este viernes del centro de detención de migración en Luisiana, donde permaneció más de tres meses. El juez Michael E. Farbiarz, del tribunal federal en Newark, Nueva Jersey, ordenó su libertad bajo fianza mientras se define su caso. “Trump y su administración eligieron a la persona equivocada para esto”, declaró Khalil a la prensa tras salir del centro, donde estaba recluido desde marzo pasado. Se espera que Khalil viaje a Nueva York a reunirse con su esposa y su hijo recién nacido.
El Gobierno del presidente Donald Trump se había negado a liberar al estudiante argumentando que había mentido en su solicitud para la residencia permanente (green card), así como sobre su participación en ciertas organizaciones, o sobre su trabajo en la Oficina de Siria en la embajada británica en Beirut (Líbano) después de 2022.
El Servicio de Ciudadanía e Inmigración considera fraude mentir en esa solicitud de residencia. El juez Farbiarz indicó en su fallo de este viernes que las acusaciones de mentir no son razones para que Khalil, que lideró el año pasado las protestas contra la guerra de Israel en la Franja de Gaza, permaneciera detenido.
Khalil está casado con una ciudadana de EE UU con la que tiene un hijo al que aún no conoce ya que nació después de que el Gobierno de Trump le detuviera, junto a otros estudiantes extranjeros por sus actividades contra la guerra de Gaza, tras las protestas que el presidente considera antisemitas.
De todos ellos, el único que permanecía detenido es Khalil, al que EE UU acusa de tener vínculos con el grupo islamista Hamás, sin haber presentado pruebas al respecto. “Cuando tú entras ahí, ves otra nueva realidad sobre este país que supuestamente es un campeón de los derechos humanos y las libertades y la justicia, pero una vez que cruzas esa puerta ves la desesperanza”, señaló Khalil.
Por su parte, Noor Abdalla, esposa de Mahmoud Khalil, celebró en un comunicado la liberación: “Por fin podemos respirar aliviados y saber que Mahmoud regresa a casa con Deen y conmigo, quien nunca debió haber sido separado de su padre”. La esposa y madre aceptó que el fallo del juez y la liberación de su pareja no aborda en absoluto las injusticias que la administración Trump ha infligido a su familia y “a tantas otras personas a quienes el gobierno intenta silenciar por denunciar el genocidio israelí contra los palestinos”.
En contraste, Tricia McLaughlin, portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, afirmó que la orden del juez y la liberación era “un ejemplo más de cómo miembros del poder judicial, fuera de control, están socavando la seguridad nacional”. El estudiante aún debe librar una batalla legal para evitar su deportación, en el que se ha convertido en uno de los casos más emblemáticos contra la política del presidente Donald Trump y su secretario de Estado, Marco Rubio.