CURUGUATY. Alumnos de la Escuela Básica Graduada N.º 7920, ubicada en el barrio San Lorenzo de la comunidad indígena Fortuna, de la parcialidad Ava Guaraní, distrito de Curuguaty, Canindeyú, dan clases a la intemperie por la falta de aulas en la institución. El local escolar dispone de dos aulas para ochenta niños, pero con la implementación del programa Hambre Cero quedó solamente con una sala de clases.
La Escuela Graduada Nº 7920 de la comunidad Fortuna, de Curuguaty, funciona desde el jardín de infantes hasta el 6º grado, con ochenta alumnos en los turnos mañana y tarde.
Debido a la falta de aulas, los miembros de la comunidad educativa piden al Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) y a las demás instituciones correspondientes la urgente intervención ante el grave problema que afecta el funcionamiento de las actividades académicas, atendiendo que desde el inicio de este año lectivo los alumnos se ven obligados a dar clases en el patio de la escuela y bajo los árboles.
En ese contexto, los padres de familia expresaron su inquietud por la situación en que se encuentran la mayoría de los estudiantes, principalmente por el ingreso de la época de frío y porque la comunidad escolar no va a tener la posibilidad de salir de este delicado momento que está atravesando sin la ayuda de las autoridades.
Pedido a la Gobernación
La encargada de despacho de la sede educativa, profesora Juana Villar Martínez, comentó que en febrero de este año ya había comunicado el problema a la Gobernación del departamento de Canindeyú, solicitando la construcción de dos aulas con el propósito de evitar que los niños desarrollen sus tareas en estas condiciones completamente inapropiadas y peligrosas para la salud de ellos.
“Lamentablemente, hasta hoy no tenemos ninguna respuesta del gobierno departamental sobre nuestro pedido, tampoco de la Municipalidad local ni del Ministerio de Educación, atendiendo que todos están en conocimiento del inconveniente que estamos soportando con nuestros alumnos, que diariamente deben estar deambulando bajo los árboles del patio de la escuela”, subrayó la educadora.
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Aula se convirtió en cocina
En lo que respecta al motivo que empeoró la situación del local escolar, la docente explicó que ya venían padeciendo la falta de espacio físico en el lugar, pero desde este año empeoró porque una de las dos aulas que estaban utilizando como sala de clases se convirtió en cocina del programa Hambre Cero, quedando solamente con un aula para los ochenta alumnos, aseveró.
Llega el invierno
Sobre el mismo tema, el presidente de la comisión de padres de la escuela, señor Héctor Vera Portillo, manifestó que los miembros de toda la comunidad están sumamente preocupados por el inconveniente que afecta a la institución escolar, y más todavía porque está llegando la época de invierno. “Si no tienen un lugar para proteger a sus hijos, la única salida que encuentran es la suspensión de las clases en los días de mucho frío”, enfatizó.
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En proceso de solución
Al respecto, consultamos con el secretario de Educación de la Gobernación, con sede en la ciudad de Curuguaty, Héctor Méndez, para saber si hay la posibilidad de dar una respuesta al reclamo de la comunidad educativa, a lo que el funcionario respondió que se está viendo la manera de priorizar la construcción de una cocina con comedor en el lugar, con el propósito de que se puedan recuperar las dos salas de clases de la escuela, explicó.