Cerro Porteño sacó a relucir la fortaleza mental de la que carecía en los clásicos para derrotarle a Olimpia por 3-2, después de 13 partidos, protagonizando una remontada espectacular en Ciudad del Este, con un inesperado héroe, el “Gordito” Aliseda, autor de un doblete. El Decano, que desperdició un penal, no fue capaz de conservar una apreciable ventaja.
Premio anticipado del “Gordo de fin de año”
Antes de cumplirse el segundo minuto de juego, Cerro Porteño, que intentó asumir el rol protagónico, desperdició una inmejorable ocasión de gol. Pase por elevación de Torres en medio de los zagueros, control de Cecilio Domínguez que supera la línea de Olveira, con una fallida resolución del #10.
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El que sí estuvo efectivo fue Olimpia, que en su primera carga profunda movió el tablero. Saque manual a Riveros en dirección a Torres, mala recepción del argentino, el balón queda en poder de Redes que envía hacia el centro para Caballero, “cortina” de Leguizamón y definición de Hugo Quintana con remate de punta, de tres dedos, desde fuera del área.

El Ciclón buscó con el juego elaborado el empate. Necesitaba de la lucidez de Cecilio que estuvo errático. No tardaría en perder a Gastón Giménez por una lesión muscular. El panorama resultaba complicado.
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Si no fuese por la doble intervención de Arias, el Decano hubiese ido al descanso con una ventaja ampliada. Balazo de zurda de Redes para el desvío del arquero y remate con el pie izquierdo de Capasso, nuevamente bloqueado por el guardián azulgrana.
Bigote Domínguez tuvo una ocasión importante en el área, con mala culminación, al igual que Torres, al que le falló el GPS, errando la portería.
En un contrataque, el uruguayo Domínguez cortó con falta la corrida prometedora de Iván Leguizamón. El árbitro amonestó al infractor, mientras los franjeados pedían la expulsión por cortar una posibilidad manifiesta de gol. La rápida cobertura de Pérez evitó la figura de “último hombre”.
El primer tiempo dejó igualmente una perlita del reaparecido Olveira. Una pelota cedida por Vargas se le escapa debajo de la suela y logra cambiar de dirección para el tiro de esquina. Casi un blooper.
La etapa final fue de infarto. Richard Ortiz buscó su gol de mediacancha que se lo impidió el concentrado Arias. Olimpia estuvo mejor tras el descanso.
Un pase de Pérez al descuidado Rodney Redes derivó en el segundo tanto franjeado, con el remate del colmenense de media distancia que ganó en espectacularidad con el ligero desvío en Piris da Motta.
Parecía que Cerro Porteño estaba liquidado, pero para sorpresa de muchos, sacó a relucir su fortaleza mental de la que careció en juegos importantes.
El descuento llegó con un penal tecnológico, bastante rebuscado. Contacto de Pérez sobre Totín Amarilla que genera un desplazamiento. Anotación de crack del Pachi Carrizo, al picar el balón al centro de la portería de Olveira, lanzado hacia uno de los palos.
Después vino otra pena máxima, esta vez clara, con el tiro de Pérez que dio en el brazo extendido de Fabrizio Peralta. Ejecución esquinada de Leguizamón para la fantástica intervención de Arias para enviar el disparo al tiro de esquina.
Este hecho significó un envión anímico para los azulgranas, que encontraron solución a sus dificultades ofensivas en el banco. Centro de Aguayo y cabezazo de Aliseda para el 2-2. El empate era el techo azulgrana en clásicos, hasta que una maniobra individual de Aliseda terminó en el golazo, con un remate esquinado que superó la estirada de Olveira.
El argentino, al que tildaron de “Gordito”, se convirtió en el héroe inesperado para que Cerro quiebre una negativa racha en duelos entre los grandes de nuestro fútbol. Vuelcos como este, después de estar dos goles abajo, avalan el mote de Ciclón.