El Gobierno de Países Bajos ha anunciado este miércoles que suspende el control efectivo del fabricante chino de semiconductores Nexperia, tomado a finales de septiembre. El ministro de Economía en funciones, Vincent Karremans, apeló entonces a la seguridad nacional porque temía que el antiguo director chino de la firma, Zhang Xuezheng, transfiriese de forma indebida tecnología y conocimientos al gigante asiático, mermando la autonomía estratégica y la seguridad del suministro de los Países Bajos y toda la Unión Europea. La respuesta china fue un bloqueo a la exportación de chips que llevó al sector automovilístico al borde de una crisis. Karemans ha modificado ahora su postura, tras consultar a socios europeos e internacionales, y a renglón seguido de unas “reuniones constructivas”, con las autoridades chinas y como “muestra de buena voluntad”. Aunque propiedad de la china Wingtech Technology, Nexperia tiene sede en la ciudad neerlandesa de Nimega.

En unas declaraciones efectuadas este miércoles, el ministro ha dicho que sin la medida ahora levantada, “la producción europea de la empresa habría desaparecido de Europa a corto plazo”. De haber sido así, se habrían perdido “los últimos conocimientos, experiencia y capacidad de Nexperia en Europa, en detrimento de la resiliencia de la economía neerlandesa y europea”, ha asegurado. Ahora ha querido dar un “paso constructivo” tras las negociaciones mantenidas a principios de esta semana en China. El fin de los controles alivia, además, las tensiones comerciales entre el Viejo Continente y Pekín.

Nexperia formaba parte de NXP, una empresa neerlandesa, hasta su adquisición en 2019 por Wingtech. Las fábricas que tiene en Europa solo producen productos semiacabados, que deben ser procesados en China para luego poder ser utilizados por la industria automovilística mundial y por la electrónica de consumo. Su escasez tras la disputa no solo ha amenazado las cadenas de suministro automovilísticas y ha retrasado la producción. El conflicto ha mostrado también la relación asimétrica de la UE y China en un momento de grandes tensiones comerciales que complican el suministro a industrias estratégicas.

Bajo el control del Gobierno, ahora suspendido, Nexperia ya no podía tomar decisiones importantes sin el consentimiento de las autoridades neerlandesas. En virtud de la denominada Ley de Disponibilidad de Bienes, de 1952 y aplicada por primera vez, también se podían revocar las decisiones tomadas dentro de la empresa china.

Países Bajos actuó en septiembre para evitar que los productos acabados y semiacabados de la compañía china dejaran de estar disponibles para Europa en caso de emergencia. Las autoridades habían percibido “una amenaza para la continuidad en territorio neerlandés y europeo de conocimientos y capacidades tecnológicas cruciales”, según explica el comunicado publicado este miércoles por el Ejecutivo.

En la nota, que recoge la carta remitida por el ministro Karremans al Congreso, se indica ahora el optimismo “acerca de las medidas ya adoptadas por las autoridades chinas para garantizar el suministro de chips a Europa y al resto del mundo”. A la luz de los nuevos acontecimientos, Karremans señala que “Países Bajos han considerado que es el momento adecuado para dar un paso constructivo y suspender la orden en virtud de la Ley de Disponibilidad de Bienes”. No está claro aún quién recuperará el control de las operaciones.

El director general de Nexperia en Nimega, Zhang Xuezheng, fue suspendido de sus funciones por la Sala de lo Mercantil del Tribunal de Apelación de Ámsterdam, y el Ejecutivo subraya también en su portal oficial, que “en opinión independiente del tribunal, existían motivos suficientes para dudar de la buena gobernanza y la conducta empresarial adecuada en Nexperia”. Se le atribuía la transferencia indebida de conocimientos a China, “y las señales en Nexperia indicaban que existía una amenaza para la continuidad en territorio neerlandés y europeo de conocimientos y capacidades tecnológicas cruciales”.

En respuesta, Pekín vetó temporalmente las exportaciones de chips de la fábrica de Nexperia en Dongguan y ello generó problemas de producción a los fabricantes de automóviles y a los proveedores europeos. La prohibición se levantó luego de manera temporal, y la compañía pudo volver a suministrarlos a todo el mundo para uso civil.

Tanto Países Bajos como la UE están comprometidos en el fortalecimiento del sector europeo de los semiconductores. Ello supone apoyar a las empresas estratégicas, reforzar las cadenas de suministro y los sectores tecnológicos críticos. Todo ello encaja con los objetivos de la Coalición Europea de Semiconductores, una iniciativa lanzada en marzo de 2025 y que integra a los 27 Estados miembros.

La suspensión del control de Nexperia no significa que la medida se haya revocado por completo. Karremans ha dicho que está seguro de que China le notificará cualquier plan de trasladar la producción o la experiencia fuera de los Países Bajos, pero puede aplicar de nuevo la medida levantada si las decisiones adoptadas por la empresa ponen en peligro la producción de chips.

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