El Cazador nos devolvió el fútbol y también la alegría

Los primeros 10 minutos fueron bastante complicados para Paraguay. Daba la sensación que el partido se disputaba en el estadio Centenario, no en el Defensores del Chaco, con una presión uruguaya asfixiante.

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Gatito Fernández, bien con las manos, mal con los pies. Sus salidas resultaban equivocadas y las pelotas terminaban siendo rifadas por los albirrojos. El resultado tapa todo y las fallas terminan siendo anecdóticas.

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Felizmente, el panorama fue cambiando. La primera sensación positiva en ataque se dio con una cesión de Tony Sanabria a Miggy Almirón, el recorte de este para el zurdazo centrado, controlado por Mele.

Despertó la afición, se enchufó el equipo y llegó el gol. Apertura de Almirón por derecha a Enciso, quien “pincha” el balón que desvía Ugarte ante la atropellada de Tony y le queda a Matías Galarza para anotar de cabeza. El golero charrúa quedó corto en su intento de bloqueo. Las cartas estaban echadas, como en el festejo.

La ventaja brindó confianza. Corrieron todos, rasparon algunos, sobre todo Cubas, pequeño de físico pero grande en capacidad. Modric Galarza remató con derecha y exigió el golero visitante para desviar el balón por encima del travesaño.

El nivel de Uruguay fue bueno, porque a su garra tradicional le agrega juego, variantes. Intentó por todos los medios la igualdad en el primer tiempo, principalmente por arriba. Por momentos la misión de nuestros defensores fue rechazar, sin importar cómo. La cuestión era ir al descanso en ventaja.

La lucha continuó en la complementaria. La estética quedó de lado. De hecho, el juego bonito nunca fue nuestra característica, pero como en los últimos tiempos perdimos hasta nuestra esencia, temperamento y poder aéreo, el hecho de recuperarla significa un gran paso. Si a las cualidades se agregaba el talento como ocurrió, el horizonte albirrojo era venturoso.

El tanto tranquilizador se produjo luego de una doble secuencia. Un frentazo de Gustavo Gómez cayó en el travesaño.

En la reanudación, una salida de la última línea celeste fue fallida. Julio Enciso forzó el error de tosco Ronald Araújo, que le cometió penal.

Remate cruzado, rastrero potente del talentoso para establecer el 2-0 y liquidar el expediente contra un duro adversario, que le dio un valor agregado a la victoria, la primera por más de un gol en la era Gustavo Alfaro, el Cazador de utopías que nos devolvió, además de nuestro fútbol característico y sobre todo, la alegría.

Gustavo Alfaro: “Esta vez ganaron la madre de todas las batallas”

El entrenador argentino Gustavo Julio Alfaro Mereles (62 años), en conferencia de prensa fue abordado sobre qué siente al ver la entrega, el carácter, la determinación y el juego que tiene su equipo para con él y con el país, y manifestó lo siguiente:

“Después de la tremenda batalla, que sabíamos que iba a ser así, que era con dos equipos que se jugaban mucho, que se jugaban su futuro, su presente y su pasado también en algún punto, siento una satisfacción muy grande. Más que nada como lo expresaba recién a los chicos en el vestuario, esta vez ganaron la madre de todas las batallas, porque era la piedra angular de la clasificación a la Copa del Mundo, por esa incertidumbre que podría plantearse hasta el final”, declaró el técnico de la selección paraguaya.

Gustavo Julio Alfaro Mereles (62).
Gustavo Julio Alfaro Mereles (62).

“A veces las campañas tienen puntos de inflexión que disparan una curva de rendimiento para arriba o se aplana hacia abajo y ese momento que había comenzado con Uruguay, había que tratar de cerrarlo de misma manera, y no iba a ser sencillo. Por eso había que prepararse para resistir, para sufrir, para trabajar, para estar atento, porque eran detalles los que podían llegar a definir el destino del partido. Tengo mucha tranquilidad en el hecho de comprender, de ver y de experimentar la receptividad de parte del plantel hacia las cosas que le solicitamos. Este partido lo ganó el grupo, por el apoyo que recibió dentro y fuera de la cancha”, decretó el D.T..

Invicto en nueve partidos

El de anoche fue el noveno partido del técnico Gustavo Alfaro en el banco paraguayo, se mantiene invicto con el mérito de haber ganado los cinco juegos de local: a Brasil 1-0; Venezuela 2-1; Argentina 2-1; Chile 1-0 y Uruguay 2-0.

Otro gran acierto a favor es no caer de visita, registra cuatro empates: Uruguay 0-0; Ecuador 0-0, Bolivia 2-2 y Colombia 2-2. Con esta campaña, el retorno a una Copa del Mundo está tal vez a un punto.

Los protagonistas: Victoria dedicada al pueblo y el sueño aumenta

Tras la victoria de anoche por 2-0 frente a Uruguay y el emotivo final que se vivió en el Estadio Defensores del Chaco, los albirrojos no ocultaron su felicidad y festejaron efusivamente el gran paso que se dio camino a la Copa del Mundo 2026. Algunos, incluso, hasta echaron algunas lágrimas antes de retirarse del campo de juego.

El capitán Gustavo Raúl Gómez Portillo (32 años) expresó entre otras cosas cuanto sigue: “La verdad es que estoy muy feliz por mis compañeros, por la gente y por mi familia. Sabemos que dimos un paso muy importante hoy, lo veníamos buscando hace bastante tiempo y por más de que hubo momentos difíciles, no bajamos los brazos, seguimos trabajando porque sabíamos que estábamos en deuda con el país. Siempre digo que le debo todo a la selección, le debo mi carrera, me dio la oportunidad de venir de mi ciudad, San Juan Bautista y desde los 14 años es un sueño que tengo de poder jugar un Mundial”, concluyó.

Julio César Enciso Espínola (21).
Julio César Enciso Espínola (21).

Otro que también dejó sus impresiones al final del partido fue Julio César Enciso Espínola (21 años), autor del segundo gol –de tiro penal–, quien sollozando dijo lo siguiente: “Estoy muy contento por todo el equipo. La verdad es que estoy muy feliz. Siempre lo soñé, de hecho crecí con mi abuelo diciéndome que algún día me iba a ver jugar un Mundial y hoy estoy más cerca que nunca. Se lo decido a él, que estará mirándome desde el cielo, a mi esposa, a mi familia, que siempre están para mi y gracias a ellos soy quien soy. Esta victoria es para el pueblo, que es parte de todo esto”, finalizó el jugador.

Igualmente, Adrián Andrés Cubas (29 años), acotó: “Somos un gran equipo y tenemos un gran plantel, que está convencido de lo que quiere”.

El mediocampista Matías Galarza Fonda, de 23 años, recibió su segunda amarilla anoche y automáticamente se pierde el partido del martes próximo frente a Brasil, en São Paulo.

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