A tres meses del compromiso presidencial, alumnos de una escuela de Paraguarí siguen sin los pupitres prometidos por Santiago Peña en marzo.



Tres meses después de que el presidente Santiago Peña prometiera mobiliario escolar de alta calidad para la escuela Manuel Céspedes de Tebicuarymi, en Paraguarí, la comunidad educativa sigue esperando.

La promesa fue hecha públicamente el 14 de marzo, durante una jornada del “Día de Gobierno” en la localidad, pero hasta hoy, los pupitres no llegaron y la institución ni siquiera figura en la lista oficial de beneficiarios.

En aquella ocasión, Peña aseguró que la escuela recibiría “los mismos pupitres que utilizan los niños en las escuelas privadas”, como parte de una política de equipamiento educativo con estándares altos. Junto a él se encontraba el ministro de Educación, Luis Fernando Ramírez, reforzando la promesa presidencial.

Días después, el 23 de marzo, el Gobierno anunciaba el inicio de la distribución de 330.000 pupitres comprados por Itaipú a la empresa Kamamya SA, de origen chino. El contrato, valorado en 32 millones de dólares, desató críticas por excluir a fabricantes nacionales, utilizar materia prima extranjera no disponible localmente y por supuestos indicios de sobrefacturación: según datos aduaneros, los sets costaron USD 32, pero fueron pagados por Itaipú hasta en USD 97 cada uno.

Hasta la fecha, según informes oficiales, se ha distribuido un 62% del mobiliario escolar prometido. No obstante, la escuela Manuel Céspedes sigue fuera del listado de beneficiarias. “No figura luego, solamente fue un compromiso del señor presidente”, lamentó la directora Rosa Gallardo. “Seguimos aguardando con la ilusión de recibir estos anhelados mobiliarios mencionados por el presidente”, afirmó.

La situación en la institución es preocupante. Muchos alumnos del tercer ciclo siguen usando sillas y pupitres deteriorados, lo que complica el ambiente educativo. La directora explicó que han tenido que improvisar con los recursos disponibles para cubrir la demanda de mobiliario básico.

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Además del deterioro de las sillas actuales, lo que más indigna a la comunidad es que la promesa fue realizada públicamente, con testigos de toda la comunidad educativa. “Todos fueron testigos del compromiso que él exteriorizó, pero hasta la fecha no hemos recibido nada”, insistió Gallardo.

Mientras tanto, las sospechas en torno a la licitación y el vínculo del empresario Long Jiang —titular de Kamamya SA— con el vicepresidente Pedro Alliana y el director de Itaipú, Justo Zacarías, siguen generando críticas. Lo cierto es que el anuncio del presidente quedó como una promesa más sin cumplir en un sistema educativo que aún enfrenta carencias estructurales.

Fuente: ABC Color


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