Procesado por lavado en EE.UU., Santoro gestionó la llegada del avión iraní-venezolano que vino a cargar cigarrillos de Tabesa en 2022. Fiscalía desestimó denuncia.
Nuevas revelaciones involucran al empresario Federico Ezequiel Santoro Vassallo, confeso en EE.UU. por lavado de dinero del narcotráfico, como responsable de la logística y recepción de la tripulación del avión iraní-venezolano que operó en Paraguay en mayo de 2022, a través de su agencia Adshey.
La aeronave, un Boeing 747 con matrícula YV3531, operada por Emtrasur S.A. —subsidiaria de Conviasa, aerolínea estatal venezolana sancionada— arribó al país para transportar 7.086 cajas de cigarrillos producidos por Tabesa, empresa ligada al expresidente Horacio Cartes. El vuelo aterrizó entre el 13 y el 16 de mayo en el país, con 18 tripulantes, cuya permanencia en el hotel Dazzler de Ciudad del Este fue el único dato documentado.
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Pese a las alarmas internacionales, la Fiscalía desestimó este año la denuncia por presunto terrorismo presentada por la extinta Secretaría Nacional Anticorrupción (Senac). La medida fue tomada por los fiscales Jorge Arce y Francisco Cabrera, en contra de la postura del fiscal Deny Yoon Pak, quien lideró el operativo “A Ultranza Py” y se negó a firmar la desestimación.
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Santoro Vassallo ya había aparecido en las investigaciones A Ultranza y Smart, donde fue vinculado a la red del presunto narco Sebastián Marset. Pese a esto, coordinó la llegada del avión y de la tripulación iraní a través de su agencia Adshey, contratada por Mike Air Service SRL —empresa representada por José Javier Melot— y financiada por General Air Service NV, que figura también como intermediaria en el contrato con Emtrasur.
En junio de 2022, el avión fue retenido en Argentina y posteriormente decomisado por la Justicia de EE.UU., al determinarse que tenía vínculos con la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, considerada organización terrorista por varios países. Sin embargo, en Paraguay, la denuncia fue archivada sin mayores repercusiones.
Fuente: ABC Color