Esperanza Martínez y otras senadoras responsabilizaron al Estado y al sistema de salud por la muerte de una niña abusada, embarazada y fallecida tras parir.



La senadora Esperanza Martínez responsabilizó directamente al Estado paraguayo por la muerte de una niña de 13 años que falleció tras dar a luz, luego de haber sido víctima de abuso sexual en Santa Rosa del Aguaray. Durante una intervención en el Senado, cuestionó duramente al sistema de salud por no haber actuado con base en la evidencia científica, pese al riesgo inminente que enfrentaba la menor.

Martínez señaló que la legislación nacional permite salvaguardar la vida de la madre en casos de embarazos de alto riesgo, como el de esta niña, y lamentó que el miedo o la presión ideológica haya limitado a los profesionales a actuar con criterios médicos. Calificó lo ocurrido como un caso donde “el fanatismo le ganó a la ciencia”.

La adolescente fue internada en el Hospital General de Santa Rosa del Aguaray con un cuadro de preeclampsia y eclampsia. Su padre había solicitado su traslado a Asunción ante la falta de camas en cuidados intensivos, pero la menor falleció antes de que se concretara el traslado. El bebé, en cambio, fue dado de alta y quedó bajo custodia de una tía.

La parlamentaria denunció que existe un sistema de salud que opera con temor a aplicar la ley, incluso cuando se pone en riesgo la vida de las pacientes. Recordó un caso anterior durante su gestión como ministra de Salud, en el que se autorizó una intervención ante un embarazo ectópico luego de la formación de un comité de ética interdisciplinario.

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Martínez advirtió que hay otras dos niñas embarazadas por abuso sexual que enfrentarán la misma situación si no se actúa con urgencia. Añadió que tanto el sistema educativo como el sanitario están fallando en la prevención, atención y contención de niñas víctimas de violencia sexual.

Criticó también la propuesta del Ejecutivo de fusionar el Ministerio de la Niñez con el de la Mujer, lo que consideró un retroceso institucional disfrazado de política de austeridad. Señaló que dicha medida refleja la falta de interés real en proteger a las niñas y adolescentes.

Otras legisladoras como Blanca Ovelar y Lilian Samaniego también expresaron su preocupación por la falta de políticas efectivas en salud sexual y reproductiva. Ovelar sostuvo que la niña “no tenía el cuerpo para parir” y que se necesita eliminar el estigma que impide abordar los derechos sexuales con seriedad.

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La sesión concluyó con fuertes críticas al silencio del presidente Santiago Peña y al desmantelamiento de instituciones clave para la protección de la infancia. Las senadoras coincidieron en que lo ocurrido no debe repetirse y que el país debe repensar su compromiso con los derechos humanos de las niñas.

Fuente: Última Hora


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