El ex-delantero croata Davor Suker, campeón mundial sub-20 en 1987 con la extinta Yugoslavia en el torneo celebrado en Chile, compartió este jueves un emotivo mensaje sobre la trascendencia de representar a la selección nacional y, en especial, competir por una Copa del Mundo juvenil.
“Ser campeón del mundo es más que un contrato, que un mes, que tres goles en su liga o equipo; es tener este sueño, porque el fútbol es soñar”, aseguró Suker a EFE desde el Estadio Nacional de la capital chilena.
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El exfutbolista del Real Madrid y actual presidente de la Federación Croata de Fútbol, reflexionó sobre la oportunidad que pierden algunos jóvenes talentos ya instalados en la élite europea, a quienes sus clubes no les permiten disputar el torneo.
“Seguro que a estos chicos les encantaría estar aquí”, afirmó Suker (57 años), refiriéndose a figuras como el español Lamine Yamal (Barcelona) o los argentinos Claudio Echeverri (Bayer Leverkusen) y Franco Mastantuono (Real Madrid).
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El croata subrayó el valor incalculable de la experiencia: “Como yo estoy ilusionado hoy, después de 38 años de haber jugado aquí, esto no hay dinero que pueda pagarlo. Sé que unas de las imágenes que tendré antes de morir serán las del Estadio Nacional y las de ganar la Copa del Mundo juvenil aquí”, añadió.
La dura lección de la guerra
El exdelantero conoce bien el sabor de las oportunidades perdidas. Junto a leyendas de su generación como Robert Prosinecki y Predrag Mijatovic, dejó de competir internacionalmente debido a la guerra en los países balcánicos a principios de los años noventa.
“Nosotros no hemos jugado durante cuatro años, es como si Argentina con Di María, Messi y otros cuatro jugadores hubieran pasado cuatro años sin poder jugar, era importante”, comparó. Y revivió el lamento: “Imagínate si hubiéramos podido jugar esos cuatro años, en la mejor edad, entre los 23 y 27 años, es duro”.
Impresionado por el talento
Suker disfruta por estos días en Chile. Reconoce haber enviado fotos recientes de Santiago a sus excompañeros de 1987 para rememorar aquellos momentos, y también ha seguido algunos partidos de este mundial sub-20.
“Hubo jugadores de Colombia que me han sorprendido, de rapidez, de calidad, un poco les faltó olfato de gol, tranquilidad, no hubo buen control en el área chica, experiencia. No es fácil”, resumió tras la semifinal ante Argentina.
El goleador del Mundial de Francia 1998 agregó que “también en Argentina hay grandes jugadores, en España, Chile, Marruecos… Japón también me ha sorprendido y seguro que en los próximos años tendrán su gran momento en el fútbol mundial. Hay un gran futuro”.
Desde su óptica, el Mundial Sub-20 es “ideal para que aprendan” a lidiar con la presión. “Yo sé perfectamente lo que piensan ahora los jugadores de Colombia tras haber perdido, sé que no durmieron en toda la noche y se acostaron con la pregunta ¿por qué? Por otro lado, están los de Argentina, que se van a dormir como el mejor jugador y el ganador de la vida, y es la misma persona; la diferencia es ganar o perder”, acotó a EFE.
Para Suker, los futbolistas juveniles deben entender que “hay que saber vivir con la victoria y con la derrota. No he visto a un jugador que marque todos los goles y que gane todos los partidos, todavía no existe”.
“Tener la mano en el pecho y cantar su himno es muy importante para que los jugadores maduren. El miedo cuando sales al terreno de juego, el partido son 90 minutos, pero el fútbol es educación en casa de los padres, en la escuela”, aseveró.
Suker evitó criticar los “tatuajes y otras cositas” a las que hoy día le dan tanta relevancia los futbolistas, y prefirió cerrar con una frase que demuestra que su pasión por el fútbol y por jugar un torneo mundial sigue intacta. “No hay nada mejor en el mundo que jugar con tu selección, marcar goles y representar a tu país”, concluyó.
Fuente: EFE