Toni Nadal, entrenador de su sobrino Rafael Nadal durante 27 años y ganador de 17 Grand Slams junto a él, destacó este miércoles en Madrid, durante el Sports Summit Madrid, la figura de Carlos Alcaraz, doble campeón de Roland Garros, y dijo que el murciano es “un jugador que lo puede conseguir todo”.

Toni Nadal dirigió la carrera de su sobrino Rafael casi tres decenios. Le empezó a entrenar de pequeño y con él alcanzó las mayores cotas profesionales, ganando títulos por todo el mundo.

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“Rafa ha podido tener entrenadores mucho mejores que yo, que entiendo el deporte como superación personal. Eso es lo que da valor y sentido al deporte. Pasar una pelota por encima de la red, meterlo en una canasta o meter un gol no tiene gran sentido, el sentido lo tiene cuando te superas día a día. Para superar al rival, lo primero es superarte a ti mismo”, dijo durante su ponencia Toni Nadal.

“La vida, lo que nos diferencia al ser humano del resto, es la capacidad de mejorar e ilusionarnos. Es lo que anduvimos buscando muchos años Rafael y yo. Yo siempre busqué el éxito profesional a través del desarrollo personal”, comentó el entrenador mallorquín, que destacó que “para construir un carácter fuerte, que es la mejor base para superarse, se necesitan hechos”.

“Es difícil fortalecer el carácter solo con palabras bonitas. Uno se prepara para la dificultad fortaleciendo su carácter. Yo siempre decía que si no eres capaz de derrotar a tu rival al menos no le ayudes a que te derrote. Cuando las cosas van muy mal y estás a punto de perder, intenta seguir luchando. Lo normal es que pierdas, pero habrá algún día que conseguirás dar la vuelta a la situación y eso dará justificación a todo”, subrayó.

“Yo siempre fui exigente, pero pretendí que la exigencia se volviera autoexigencia. A Rafa no le reía las gracias, le decía que esa era mi opinión y que hiciera lo que considerase. Rafa lo aceptó bien, fue buena gente, un chico siempre dispuesto a obedecer y lo supo trasladar dentro y fuera de la pista. Mi discurso fue cambiando con los años”, apuntó.

“Yo tuve un chico con un ego normal, no exagerado. A los deportistas les tienes que recordar constantemente que solo pegan un chute a un balón, corren un poco más rápido que el resto o pasan una pelota por encima de la red. Para que alguien se sienta especial se tiene que dar una condición indispensable y es que se sienta especialmente tonto”, manifestó.

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