La senadora Martínez acusó al Gobierno de Peña por la falta de avances en el hospital de Itauguá y criticó el abandono del sistema de salud.
A dos años de la promesa del presidente Santiago Peña de mejorar el Hospital Nacional de Itauguá, la situación en la terapia neonatal sigue sin cambios visibles. Así lo denunció la senadora Esperanza Martínez (Frente Guasu), quien calificó de abandono el estado del principal centro asistencial del país.
La legisladora recordó que Peña y su esposa, Leticia Ocampos, visitaron el hospital en 2024 y difundieron un emotivo video donde mostraban indignación por las condiciones del lugar. Sin embargo, Martínez aseguró que más allá de esa puesta en escena, no se cumplió ningún compromiso concreto.
“Más allá del video y de la propaganda política muy emotiva, el hospital sigue abandonado”, afirmó la exministra de Salud. En su exposición ante el Senado, mostró fotografías recientes del nosocomio, donde se observan pasillos en mal estado, residuos acumulados y salas cerradas por falta de obras.
Martínez explicó que las reformas en la unidad de terapia neonatal se reiniciaron brevemente, pero fueron suspendidas por falta de plan de caja, responsabilidad que adjudicó al Ministerio de Economía. A su vez, criticó que sí se dispongan fondos para nuevos hospitales con dinero de Itaipú, donde —según dijo— los controles son nulos.
La senadora lamentó que el sistema de salud esté “en tiempo de crisis y abandono”, agravado por la falta de campañas para combatir la influenza y otros problemas. “No hacer políticas públicas es muy caro en países pobres”, expresó con dureza, al tiempo que pidió mayor presencia del Ministerio de Salud y del MITIC en campañas de prevención.
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También exigió respuestas de la ministra María Teresa Barán, a quien acusó de no atender llamadas ni asistir al Congreso cuando es convocada. “Necesitamos que cumpla su función como servidora pública”, añadió.
Por su parte, el senador Mario Varela (ANR, independiente) se sumó al reclamo con una denuncia adicional. Recordó que una ambulancia entregada al Hospital Distrital de Caaguazú fue retirada en menos de tres días y que, seis meses después, no regresó. “Esto puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte”, advirtió.
Fuente: ABC Color